Ángel Val, Subdelegado del Gobierno en Aragón y Jesús Senante, alcalde de Caspe, presidieron ayer la Junta de Seguridad Local para analizar la seguridad ciudadana, así como las conclusiones de la campaña frutícola del 2016 y poner en marcha las previsiones para la de 2017.

Este año el despliegue habitual de las fuerzas de seguridad se adelanta una semana para coincidir con el comienzo de la campaña agrícola, según informaron fuentes municipales.

En la Junta Local de Seguridad estuvieron presentes agentes sociales, Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional junto a los representantes municipales. Según los datos facilitados, tras tres años de un importante descenso en las incidencias, el pasado año, afirmó Val, hubo un ligero incremento de delitos con respecto al 2015, aunque el balance es favorable porque se ha producido un «importante aumento en el esclarecimiento de delitos».

Menos efectivos

Jesús Senante, alcalde de Caspe, agradeció a las fuerzas de seguridad el trabajo que hacen en la persecución y esclarecimiento de delitos, principalmente los cometidos contra el patrimonio.

Asimismo, el subdelegado del Gobierno, elogió el esfuerzo de la Guardia Civil en las últimas campañas, ya que han logrado el mismo nivel de eficacia pese a contar con menos efectivos.

Con relación a la llegada de trabajadores temporales, las grandes fincas tienen resuelto el alojamiento, ya que suelen contar con las mismas personas y grupos cada año. En cuanto a los pequeños propietarios, cada vez están más concienciados en que es necesario facilitar espacio para vivir a los jornaleros que contratan.

Caspe atrae cada campaña agrícola a centenares de temporeros, en su mayoría de origen magrebí, aunque también llegan de otros lugares del mundo. Esta afluencia obliga a extremar la vigilancia para que se produzcan problemas de convivencia en la localidad.