El desplome del cartel identificador del hospital Clínico de Zaragoza provocó, en la mañana de ayer, un herido grave y otros dos con daños o rasguños muy leves que, de hecho, ni siquiera precisaron asistencia médica. El más afectado, que en ese momento salía del centro tras hacer unas gestiones, sufrió, según fuentes sanitarias consultadas por EL PERIÓDICO, un traumatismo cranoencefálico y rotura del frontotemporal, por lo que ayer fue intervenido quirúrgicamente en el área de neurocirugía sin que su vida corra peligro.

El paciente, de 43 años, estuvo consciente en todo momento y fue atendido de inmediato por los servicios de Urgencias del propio hospital nada más recibir el impacto. Tras realizarle diversas pruebas diagnósticas en el área de observación fue operado y en la tarde de ayer se encontraba estable en la uci, no presentaba repercusiones neurológicas y evolucionaba "favorablemente con actividad neuromotora en perfectas condiciones", advirtieron fuentes del departamento, que añadieron que "si continúa con esa evolución el lunes podría pasar a planta".

FUERTE RUIDO

El incidente ocurrió alrededor de las 10.00 horas, cuando un ruido "ensordecedor" alertó a las personas que se encontraban en las inmediaciones. "No sabíamos qué podía haber pasado pero nos asustamos muchísimo porque estaba claro que algo importante había ocurrido", apuntó José Manuel, que en el momento de la caída se disponía a abandonar el hospital. Lo que vio al salir le impactó. "Había un hombre inmóvil en el suelo como consecuencia del impacto del cartel aunque enseguida se lo llevaron adentro", recuerda.

La caída del cartel no está clara y circulan varias hipótesis. De momento, Sanidad ha abierto una investigación, ya que este letrero de lona, que estaba siendo restaurado, había sido retirado de su lugar de origen y colocado tumbado en el tejado, situado a unos cinco metros del suelo, lejos de la cornisa. "Estaba siendo sometido a labores de mantenimiento y conservación habituales cada determinados meses y se encontraba situado en una marquesina y creemos que el viento ha podido desplazarlo varios metros hasta caer, pero no lo podemos asegurar con certeza porque, además, esa marquesina tiene un pequeño muro de contención", explicó el gerente del hospital y del sector José Antonio Gil Lahorra.

En todo caso, desde el centro se descartó cualquier "mano negra", así como un fallo en los anclajes "ni nada por el estilo".

La duda reside en conocer por qué el cartel podría llevar hasta tres semanas --en concreto desde el 4 de enero-- fuera de su lugar. Desde algunas fuentes sindicales advirtieron de que el letrero se soltó hace unos días a causa del viento y que permanecía tumbado a la espera de la disponibilidad de una partida presupuestaria para proceder a su arreglo. En este sentido, miembros del personal sanitario consultados por este diario aseguraron que los servicios técnicos ya habían recibido varios avisos de que el cartel "se movía demasiado" con el viento.