La alteración del mapa poblacional de Aragón continuó durante el 2018. Las ciudades principales conservaron su vigor demográfico mientras el medio rural socavó aún más su vaciamiento, hasta el punto de que desde el 2015 son 37 los municipios que han pasado a tener menos de 100 residentes.

La comunidad aragonesa suma 731 núcleos poblacionales que se distribuyen de un modo que ilustra con nitidez la realidad demográfica del territorio: sólo una ciudad cuenta con más de medio millón de personas empadronadas: Zaragoza; ninguna se encuentra entre las 100.000 y 500.000 personas; y una aparece en la horquilla de las 50.000 a las 100.000: Huesca. Teruel es también la única en el tramo que oscila entre las 30.000 y 50.000.

El padrón que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 2 de enero constata que a partir de las 30.000 personas, hacia abajo, se ramifica el resto de municipios aragoneses.

En 2007, de acuerdo con los datos del padrón, había 148 municipios con menos de un centenar de personas; en el 2018 la cifra fue 212. La tendencia al aumento ha sido imparable a pesar de la engañosa tregua que concedió el 2010, cuando la cifra de municipios casi vacíos iluminó el 156, dos por debajo de la del año anterior. Sin embargo, en 2011 el INE contó 157 localidades cerca de su despoblación, y desde entonces, esos tres dígitos no han cejado en su imparable ascenso.

El problema es que la tendencia se intensifica a partir del 2015, como si ese limbo de poblaciones casi fantasmales caminara al paso y decidiera de pronto salir al galope. Ese año 2015 arroja 175 municipios con el padrón inferior a las 100 personas; en 2016 son 187; en 2017, 199; y en 2018, 212.

Del 2007 al 2018 las de Teruel y Huesca han perdido población, especialmente la primera, cuyo adelgazamiento demográfico se puede medir en cerca de 10.000 personas. En cambio, en esa franja de tiempo, la provincia de Zaragoza suma, en números redondos, 22.000 residentes más. Las causas son similares: o bien el fallecimiento, o bien el éxodo.

Por su parte, todas las capitales de provincia de Aragón han aumentado su padrón desde el 2007, sobre todo Zaragoza, cuya población residencial se sitúa hoy en los alrededores de las 667.000 personas.

NUEVA POLÍTICAS

Pero las políticas contra la despoblación no llegan. El 2018 acabó sin un plan firme y completo dirigido a revertir la tendencia. El Gobierno aragonés ha creado un Comisionado frente a la despoblación consistente en agrupar las propuestas frente a la despoblación para darles un orden y un destino verosímil. En junio dio el primer paso con la configuración de un mapa de la despoblación que confirmó lo que se barruntaba, que en el 82% del territorio aragonés vive el 24% de su población.

La dispersión es tal que la propagación de la banda ancha se hace titánica. La conexión a internet es un factor clave de cualquier plan que se atreva a atajar la despoblación, y así, el Gobierno aragonés mantiene el Plan Conecta para alcanzar a casi 350 núcleos de población. La inversión supera los 36 millones.

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy aterrizó en Teruel en marzo del 2018 para anunciar el Plan 300x100 y alargar la banda ancha a toda España, a toda, pero vino la moción de censura y tras ella la incertidumbre.