La línea ferroviaria del Canfranc no para de acumular incidencias. Un desprendimiento de piedras dañó ayer un tren y obligó de nuevo a cortar toda la mañana el corredor, que este mismo fin de semana se había cerrado por un brusco movimiento de la vía al paso de un convoy. Ambos incidentes se producen cuando no han pasado ni tres meses de la reapertura de las obras de renovación acometidas a lo largo del invierno. Fuentes de Renfe apuntaron que las piedras estaban en la misma caja de la vía a la altura de Villanúa, a la entrada del túnel 16. Este tramo fue uno en los que más se actuó dado el elevado riesgo de desprendimientos. El maquinista no se pudo percatar a tiempo de su presencia, por lo que las arrolló. Los dos motores quedaron fuera de servicio y el depósito de gasoil, agujereado. Los tres pasajeros que se habían subido en Canfranc a las 7.20 horas tuvieron que llegar en taxi hasta Jaca. Ninguno sufrió heridas ni contusiones en el accidente.