Patrimonio, cultura, gastronomía y, sobre todo, un cielo azul. Estos son algunos de los atractivos turísticos que buscan los chinos y que el Ayuntamiento de Zaragoza quiere publicitar y explotar para llamar la atención de unos turistas que de media gastan 1.987 euros en una semana, según la responsable municipal de Turismo, Lola Ranera.

La empresa En Clave China ha organizado un viaje de dos días con un grupo selecto de asiáticos para mostrarles los encantos de la ciudad del viento con Goya como protagonista. Entre los 16 invitados hay seis periodistas, tres representantes de la embajada, dos miembros de una de las touroperadoras más importantes, China International Travel, y cuatro de la Asociación de Quintianeses de España. De los 180.000 chinos que viven en España, 80.000 son de la región de Quintian.

Y aunque ayer el cielo azul no cumplió su papel, "nos gusta porque en China hay tanta contaminación que nunca lo ves, solamente en la zona del Tibet", explicó Ricardo Ly, estos invitados sí descubrieron parte de los secretos de Zaragoza. Además del patrimonio cultural, una de las principales demandas de los asiáticos a la hora de viajar, lo que más destacaron fue el carácter que desprende. "Las grandes ciudades como Madrid o Barcelona son demasiado modernas y muchas tienen lo mismo, pero si vas a una más pequeña encuentras cosas más particulares", dijo Haining Xie, un periodista chino que vive en Madrid y que aquí se hace llamar Diego y al que le llamó la atención las posibilidades y las vistas que ofrece la ribera del Ebro. A Xuelin, en cambio, le engatusó la tranquilidad de las calles a pesar del número de habitantes.

En 48 horas se pueden hacer muchas cosas y muy diferentes. Por lo menos, En Clave China es lo que se propuso. Ayer visitaron la basílica del Pilar, asistieron a una obra teatralizada en la fuente de Goya protagonizada por Koko, una china que lleva ocho años en España y que, con un toque humorístico, les habló del pintor aragonés. Estuvieron de tapeo por el Tubo y probaron mezclas de salado y dulce, algo novedoso para ellos, como la tapa de anchoas, mermelada, queso y virutas de chocolate. Qué decir de las migas, las madejas o el cordero tipical Aragón. Tampoco decepcionó el centro comercial Puerto Venecia donde, sobre todo las mujeres, disfrutaron de una tarde de compras.

Hoy sigue el tour made in Zaragoza. El objetivo: ser una ciudad de destino y no de paso.