La Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza localizó el sábado de madrugada a 61 menores en el interior de un local de ocio de la avenida Fernando el Católico, en el que obviamente no podían estar. La mitad de ellos estaba consumiendo alcohol en el momento en el que los agentes lo revisaron y, además de ellos, había otros tantos adultos, con lo que el lugar superaba con creces su aforo permitido. Por todo ello su propietario fue triplemente sancionado, según informaron fuentes del Cuerpo: por permitir la entrada a menores, por dejar que estos consumieran alcohol y por la citada superación del aforo.

La intervención tuvo lugar poco después de las 2.00 horas del sábado, en un servicio rutinario de la UAPO, que desde el pasado mes de abril asume en exclusiva la inspección de locales que antes efectuaba la Unidad de Protección Ambiental y Consumo (UPAC). Estas abarcan todo tipo de ordenanzas, desde las detectadas en el local a los ruidos, licencias u horarios de apertura.

INSPECCIÓN

Los agentes constataron la presencia de menores en el recinto y comenzaron a identificarlos para comprobar las edades. Una tarea que se demoró durante bastante tiempo, dado que había 61, y otros tantos adultos. De hecho el aforo permitido del bar estaba fijado en 90 personas, por lo que lo superaba en un tercio.

Según fuentes del Cuerpo, los menores estaban próximos a cumplir 18 años en su gran mayoría, pero en cualquier caso, lógicamente, sigue estando prohibido que accedan a los bares y consuman alcohol.

Los agentes están prestando especial atención a la presencia de menores en los recintos, y de hecho ayer dieron difusión a la intervención haciendo hincapié en la colaboración ciudadana, para que quien observe a menores en un bar avise al 092 para poder intervenir.

Las inspecciones policiales en bares han cobrado actualidad en los últimos meses con las quejas de los vecinos de la zona de El Rollo, a raíz de la apertura de nuevos bares en una zona teóricamente saturada. Recientemente el ayuntamiento abordó el asunto en el pleno municipal y acordó limitar la autorización de apertura de estos establecimientos en este tipo de áreas, dado que el sistema de declaración responsable para la apertura y la posterior inspección, a menudo tras aviso vecinal, se estaba demostrando ineficaz para evitar las molestias generadas.