El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Zaragoza ha localizado vertidos contaminantes altamente tóxicos en el cauce del arroyo Miguelina del término municipal de Ejea de los Caballeros procedentes de una empresa dedicada a la cogeneración de energía.

Según ha informado la Guardia Civil, estos vertidos, que suponen un grave riesgo al equilibrio de los ecosistemas naturales y la salud de las personas expuestas, se investiga a cinco personas por un presunto delito contra los recursos naturales y el medioambiente.

La investigación comenzó en hace un año tras una denuncia interpuesta ante Seprona por una supuesta contaminación de las aguas en el manantial "La Miguelina", ubicado en un polígono industrial de Ejea de los Caballeros, que podría proceder de la actividad de alguna empresa del polígono.

Agentes del Seprona se trasladaron hasta el arroyo, donde se percibía un fuerte olor similar al hidrocarburo y se observaba disuelto en el cauce un líquido de color negruzco, así como depósito de residuos sólidos en los lodos del manantial.

Ante estas circunstancias, los agentes tomaron muestras de la calidad de las aguas y de los residuos sólidos en los lodos y comprobaron que las sustancias procederían de alguna de las empresas ubicadas en el polígono industrial.

De las gestiones realizadas con posterioridad el Seprona logró determinar la empresa supuestamente responsable de dichos vertidos, dedicada a la gasificación de residuos forestales para la obtención de energía eléctrica.

Esta sociedad ya había sido sancionada administrativamente en ocasiones anteriores y se le habían impuesto medidas reparadoras para subsanar la mala gestión de los residuos generados que no se llevaron a efecto.

Tras el análisis de las muestras recogidas en el cauce del arroyo se detectaron sustancias contaminantes altamente tóxicas (HAPs), reconocidas como potenciales carcinógenos, mutágenos y teratógenos para los seres vivos, que pueden afectar significativamente a los ecosistemas, así como a organismos superiores como peces y mamíferos que puedan entrar en contacto con dichas aguas.

Por tal motivo, en diciembre del pasado año el Seprona y personal del Instituto Nacional de Toxicología inspeccionaron la empresa sospechosa y verificaron que la contaminación detectada en el cauce del arroyo procedía de esta sociedad.

Asimismo, se recogieron muestras de diferentes sustancias para su análisis posterior y cotejo con las halladas en el manantial.

Los resultados de todas las muestras recogidas y analizadas por el Instituto Nacional de Toxicología y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) evidenciaron que la gestión de esta empresa, que no adoptaba medidas preventivas y paliativas de sus derrames y vertidos de aguas y sólidos contaminados al alcantarillado de pluviales del polígono y terrenos naturales a cielo abierto, suponía un grave riesgo de perjuicio sobre el equilibrio de los ecosistemas naturales y la salud de las personas expuestas.

Como resultado, la Guardia Civil investiga a cinco personas pertenecientes a la empresa como presuntas autoras de un delito contra los recursos naturales y el medioambiente. Las diligencias de esta operación se entregaron ayer a la autoridad judicial.