Una joven de 22 años fue detenida anteayer por la noche en Zaragoza por agredir a su novio, de 25, en la vía pública. Al ser arrestada, alegó que le pegaba porque era «su hombre y le pertenecía», y por tanto «podía hacerlo». Ni ella ni la víctima declararon ante el juez, y quedó en libertad con cargos.
Los hechos ocurrieron en torno a las 22.30 horas del viernes, cuando una patrulla de paisano de la Policía Nacional pasaba por la plaza Salamero, y observó, a la altura de la calle Azoque, cómo una mujer estaba agrediendo a un hombre. Concretamente, le estaba dando collejas y pellizcos en varias partes del cuerpo, sin que él hiciese ademán de responder a la agresión. Solo se protegía la cara con el brazo.
Los policías se acercaron a la pareja y la separaron, entrevistándose por separado con cada uno de ellos. Él les explicó que estaba discutiendo con su novia y ella le había pegado, lo que no había ocurrido nunca antes, aseguró.
La joven, por su parte, explicó que discutían por temas de amor y que él era «su hombre», y como tal «le pertenece» y puede agredirle si quiere.
Los agentes se entrevistaron con dos testigos de los hechos, que llevaban un buen rato viendo a la pareja y de hecho, al menos uno de ellos, habían llamado a la Policía antes de que la patrulla de paisano pasara por allí. Ambos confirmaron que la chica llevaba bastante tiempo golpeándole, sin que él lo hubiese hecho primero ni hubiese respondido de ningún modo a la agresión salvo cubriéndose el rostro.
DISPENSA LEGAL
Los agentes procedieron a detener a la joven, que fue puesta a disposición judicial ayer. Ante la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, en funciones de guardia, la mujer, asistida por el letrado Armando Martínez, se negó a declarar. Y como la víctima se acogió a la dispensa que permite la ley de no declarar contra la pareja o un familiar directo, la detenida fue puesta en libertad de inmediato, a falta de lo que depare la posterior investigación del suceso. Este en principio será instruido como violencia doméstica.
