La Policía Nacional ha detenido en el aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez a Jessica V. V., la joven que estaba hasta el momento en paradero desconocido y que no pudo ser juzgada a finales del mes de febrero por una violenta extorsión que sufrió una joven vecina de Sabiñánigo. Serán los magistrados de la Audiencia de Zaragoza los que ahora tendrán que decidir si la envían a prisión o la dejan en libertad mientras esperan a que llegue el día de que se siente en el banquillo de los acusados. Sobre la mesa está evitar que pueda volver a fugarse.

Este arresto se produce, casualmente, el mismo día en el que el tribunal provincial comunicó la sentencia a los otros dos acusados en este asunto. Los jueces han impuesto ocho años de prisión a Saúl Plana Gracia y han absuelto a la otra procesada, A. I. L. L.

Los hechos se remontan al 2010 cuando Saúl Plana Gracia comenzó a pedir a la víctima diversas cantidades de dinero alegando que estos pagos eran consecuencia de un supuesto error que cometió la mujer al filtrar a una supuesta banda latina que el acusado y otra mujer mantenían una relación sentimental (lo que, se supone, era contrario a un código de esa supuesta banda).

Así, el acusado pasó de una actitud tenue de presión a decirle a la mujer que, si no pagaba, le darían una paliza o le causarían grave daño. Saúl Plana Gracia llegó a obtener de la víctima hasta 40.000 euros e incluso que esta le pusiera a su nombre un vehículo de alta gama.

La Audiencia de Zaragoza resalta uno de los violentos episodios de chantaje en el que Saúl Plana Gracia llegó a pegar a la víctima, además de producir quemaduras de tercer grado con cuchillos y limas, calentados en unas velas, y que le fueron colocados en pies y manos. Llegaron también a sumergerla en agua para producirle sensación de asfixia.