La Policía Nacional ha desmantelado una banda de traficantes de cocaína asentada en Zaragoza (y con ramificaciones en Huesca y Jaca) cuando su líder, una joven colombiana de 28 años identificada con las iniciales E. J. A. G., preparaba un gran envío de droga que iba llegar camuflada en contenedores a una floristería del centro de Zaragoza, por vía aérea desde Ecuador. La operación ha permitido abortar este envío y decomisar más de dos kilos de cocaína, y de los doce detenidos, diez han sido enviados a prisión provisional.

Las pesquisas del Grupo II de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón comenzaron el pasado mes de marzo, cuando detectaron que un hombre podía estar vendiendo cocaína desde su domicilio en la calle Viva España de Zaragoza, al que acudía mucha gente para las transacciones. Entre ellos otros traficantes que, según pudo constatar la Policía, distribuían luego la droga en Zuera, Huesca y Jaca, principalmente.

La investigación permitió identificar como cabecilla de la organización a la citada joven colombiana, que de hecho ya había sido investigada en otras ocasiones por su relación con otros grupos de traficantes, pero nunca había llegado a ser detenida. Al parecer dirigía la organización con mano dura, y no dudaba en amenazar a sus subalternos si se retrasaban en el pago de la droga o no cumplían sus órdenes.

Entre estos subordinados figura un empresario hostelero de ascendencia china, «conocido», según la Policía, pero del que no trascendieron más datos. Era el principal encargado de transportar la droga desde Madrid a Zaragoza, la principal vía de llegada de la cocaína para la banda, que luego se distribuía entre otras vías en locales de ocio nocturno.

VIAJE / El pasado 8 de julio, la mujer se desplazó a Madrid para negociar una importante entrega de droga. A su vuelta, otro de los arrestados visitó la capital y trajo a casa de la líder, ubicada en el número 30 del paseo Sagasta, un envío de 1,2 kilos de cocaína, con el que le interceptó la Policía. Ese día también detuvieron a la líder, y en casa de ambos arrestados hallaron otros 700 gramos de cocaína y 100 de marihuana.

En días sucesivos fueron deteniendo a otros miembros, por ejemplo a otros de los encargados del transporte de droga desde Madrid, uno de los cuales utilizaba documentación falsa al constarle anteriores condenas por narcotráfico. La última detención fue la del dueño de la floristería que iba a recibir el envío de droga oculta entre plantas desde Ecuador.

En los distintos registros los agentes hallaron más droga, hasta alcanzar los 2.250 gramos de cocaína, además de kilo y medio de sustancia de corte. También uno de los coches aprehendidos tenía una caleta (escondrijo) para ocultar estupefacientes.