La Policía Nacional de Calatayud detuvo el pasado 24 de enero a una joven de 20 años que, supuestamente, propinó varias patadas en la cara a una menor de 16 a la que reprochaba que mantuviera una relación de amistad con su expareja.

Los hechos se produjeron sobre las tres de la tarde en el patio de recreo de un instituto de la localidad donde estudia la víctima. La supuesta agresora, que no es alumna del centro, logró entrar en la instalación docente gracias a la ayuda de otras dos jóvenes y, una vez allí, comenzó a discutir con la menor de 16 años.

En un momento dado, según el relato de los testigos, la intrusa aprovechó un momento de descuido de la estudiante para propinarle varias patadas en la cara.

Como resultado de la agresión, la víctima sufrió una herida superficial en la mandíbula, un golpe en la nariz y la pérdida del incisivo izquierdo. La agresora se valió del desconcierto creado por su súbito ataque para escapar del centro, mientras que las amigas de la agredida la llevaban ante los responsables del centro de enseñanza para relatar lo sucedido.

WHATSAPP AMENAZADOR

Mientras tanto, la supuesta autora de los hechos fue detenida por la Policía Nacional y llevada ante el juez de guardia, que abrió diligencias por la presunta comisión de un delito grave de lesiones y ordenó su puesta en libertad.

Al parecer, el origen de la agresión fue la relación amistosa que la menor mantenía desde hacía poco con la expareja de la agresora. En este sentido, se han recuperado unos mensajes enviados por WhatsApp la noche anterior a la agresión y en los que la joven mayor de edad amenazaba con agredirla y romperle los dientes.

Desde el inicio del periodo escolar tras las vacaciones escolares, ya se había producido otro hecho similar que acabó sin resultados lesivos graves gracias a la rápida intervención de quienes presenciaban el hecho.

Por ello, la Policía Local y la Nacional patrullan más intensamente durante el horario lectivo e intensifican su presencia especialmente a la entrada, salida y permisos de descanso de los centros, momentos en los que suelen producirse estos incidentes.

En este sentido, la Jefatura Superior de Policía en Aragón emitió ayer una nota en la que recomienda a los jóvenes que avisen a las fuerzas de seguridad, en el 091, cuando sospechen que se puede producir una agresión. Asimismo señala que estos sucesos, que pueden tener lugar con motivo de kedadas, suelen anticiparse en los mensajes enviados con teléfonos móviles y también en las redes sociales.

Por otro lado, los responsables policiales advierten de que los amigos de las víctimas pueden evitar males mayores si avisan a sus profesores o, directamente y de forma anónima, al 091 para que las fuerzas de seguridad actúen antes de que se registre la agresión.