«Va a venir mi familia y os va a dar una paliza si no nos dejáis marchar». Esas fueron las únicas palabras que le dieron dos jóvenes zaragozanas, de 19 y 15 años, a las cajeras de un supermercado del barrio del Arrabal, tras perdiles explicaciones por los objetos de perfumería que pretendían llevarse sin pagar,

La menor consiguió fugarse con parte del botín, si bien su hermana la llamó para que regresara porque era la condición para dejarlas libres. No fue así y sobre las 15.00 horas de anteayer eran detenidas por una patrulla de la Policía Nacional.

Los objetos que pretendían robar sumaban 200 euros, una cantidad que les hubiera permitido ser arrestadas por un hurto -penado con un máximo de tres años- e, incluso, en grado de tentativa, ya que fueron descubiertas antes de conseguir cometerlo. Sin embargo, el hecho de que una de ellas, L. G. B., sacara el móvil en el momento en el que intimaba a las trabajadoras del comercio, además de amenazarlas con pegarlas ellas mismas, les llevó a ser detenidas por un delito de robo con intimidación -el Código Penal establece condenas de hasta cinco años-.

La mayor de edad pasó ayer ante el Juzgado de Guardia que decidió ponerla en libertad. En su declaración, asistida por la abogada Olga Oseira, negó las amenazas y dijo que sacó el móvil para avisar a sus padres, ya que no llevaba el DNI encima.