Agentes de la Policía Nacional han detenido en Zaragoza a un hombre y una mujer como presuntos responsables de una estafa a una cooperativa creada para apoyar a sus socios en la ejecución de proyectos culturales, artísticos o creativos.

Según informa la Dirección General de la Policía, los detenidos se sirvieron del sistema de funcionamiento de la cooperativa, adelanto de dinero por la ejecución de un servicio, para estafar, supuestamente, 37.000 euros a sus responsables.

La mecánica de funcionamiento de la cooperativa permitía a sus socios obtener por adelantado el dinero pactado con un cliente, que contrata con la sociedad el pago a retribuir por los servicios obtenidos a cambio de una contribución del 7,5 por ciento.

Las fuentes citadas señalan que la pareja denunciada y otros tres socios formalizaron un contrato con un supuesto cliente, una empresa domiciliada en Madrid dedicada a la hostelería que resultó inexistente, y recabaron el pago adelantado de 28.000 euros por los servicios y 9.000 más por los gastos sociales generados.

La cooperativa, que también se ocupaba de adelantar el pago a la Seguridad Social, trató posteriormente de cobrar a la falsa sociedad contratada las referidas cantidades, aunque las gestiones resultaron infructuosas al no existir contacto alguno real.

Ni el principal sospechoso, J.M.P.A., ni su compañera, J.D.A., ni los otros tres socios, finalmente exculpados al desvincularse del proyecto cuando advirtieron irregularidades, acudieron posteriormente a una reunión convocada por la cooperativa para abordar el asunto

Por otro lado, mientras esto sucedía, la cooperativa suscribió un nuevo contrato con otro cliente para colaborar en la restauración del Castillo de Albalate del Arzobispo, en la provincia de Teruel.

En esta ocasión, dados los problemas derivados del presunto fraude, la cooperativa decidió no adelantar el dinero a los socios y remitió las facturas al principal sospechoso del engaño para que las entregara al cliente.

Según las referidas fuentes, el presunto estafador modificó las facturas y cambió la cuenta de ingreso, que era la de la cooperativa, por otra cuenta en otra entidad bancaria, donde el cliente ingresó el dinero.

El perjuicio causado a la cooperativa por este segundo hecho es de unos 900 euros, correspondiente al 7,5 por ciento que cobra por dar servicio a los socios.

Las investigaciones desarrolladas por los agentes revelaron la inexistencia de la empresa vinculada al primer fraude, y comprobaron que el administrador de la segunda aseguró haber tratado tan sólo con el detenido, que se presentaba como representante de la cooperativa.

Los detenidos han sido puestos a disposición judicial como presuntos responsables de un delito de estafa y de otro de falsedad en documento mercantil, las facturas supuestamente manipuladas.