Una pareja de zaragozanos compuesta por un joven de 27 años y otra de 29, fue detenida ayer de madrugada por haber robado al menos cuatro kilos de trufa en una explotación de la localidad turolense de Loscos. Ambos permanecen detenidos en la Comandancia de Teruel a la espera de ser puestos a disposición judicial, previsiblemente mañana. Pero a falta de lo que pueda demostrar la investigación de la Guardia Civil, hay indicios de su participación en muchos otros robos de este preciado hongo.

De hecho, ambos fueron detenidos tras una persecución de los propios dueños de la finca, hartos de los continuos asaltos que llevaban sufriendo en las últimas semanas. Según explicaba un familiar del dueño, Juan Carlos Monterde, «la primera vez robaron siete u ocho kilos», y desde entonces. habrían sufrido otros asaltos, hasta descubrir por dónde entraban y haberse quedado a vigilar la finca por la noche.

Precisamente ayer, explicaba Monterde, habían estado dando una vuelta con la patrulla de la Guardia Civil de Muniesa, explicándoles sus hallazgos. Por la noche fueron a dar vuelta. «Hicmos otro recorrido distinto al que hacemos normalmente, y les vimos desde una colina. Salieron corriendo y les perseguimos», explicaba.

La persecución les llevó hasta Loscos, por donde los presuntos ladrones de perdieron y acabaron metiéndose en un callejón sin salida. Allí quedaron atrapados hasta que llegó la patrulla del instituto armado que les arrestó.

La detención ha traído cierta tranquilidad a los truficultores de Loscos, pero no solo a ellos. Según Jesús López, el presidente de la asociación Truzarfa, que agrupa a los cultivadores de este hongo en Zaragoza pero aspira, en breve, a hacer lo propio con todos los de Aragón, la pareja ha sido vista o se sospecha de su participación en sustracciones por toda la comunidad.

«Creemos que llevan robando toda la campaña, en Teruel pero también en Zaragoza, por el Moncayo y Daroca, y hay indicios de que han actuado también en Huesca», señalaba. «Van de noche, con el perro -también lo llevaban ayer, indicó-, y se llevan toda la que pueden, también de los nidos (una especie de pozos en los que se plantan trufas) si saben que los han hecho», explicaba. El valor de todo lo que han podido llevarse es difícil de calcular porque en algunos casos no se sabe cuánta trufa había, y el precio depende de varios factores.