Agentes de Policía Nacional han detenido a tres mujeres, dos de ellas hermanas entre sí, que regentaban un negocio de explotación sexual de inmigrantes, algunas en situación irregular, que alojaban en un edificio de cuatro plantas en Zaragoza en el que también eran obligadas a prostituirse.

Según informa la Dirección General de la Policía, las tres detenidas amenazaban, coaccionaban y suministraban drogas a las nueve mujeres que fueron liberadas en la operación policial a fin de conseguir un mayor rendimiento y, al mismo tiempo, incrementar su deuda con la organización.

La operación se inició el pasado 1 de mayo a raíz de la petición de ayuda hecha por una de las víctimas a través de un correo electrónico a la dirección web trata@policía.es y de una llamada telefónica para solicitar ayuda urgente y explicar que "no aguantaba ya más".

La mujer fue liberada de forma inmediata por los agentes policiales y trasladada al Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, antes de ser derivada a un lugar seguro gestionado por una ONG colaboradora con el Estado para la protección de las víctimas de trata.

Una vez puesta a salvo la denunciante, los agentes procedieron a recabar datos sobre el edificio de cuatro plantas en el que se encontraba cautiva y comprobaron que el inmueble era utilizado en su totalidad para el alojamiento y prostitución de mujeres que, además, debían suministrar droga a los clientes que la requirieran.

Tras ser identificadas las tres sospechosas como responsables de esta red de explotación sexual, los investigadores procedieron a su detención y a registrar el edificio, en el que hallaron abundante documentación, 7.500 euros en metálico y una balanza de precisión utilizada, presuntamente, para el pesaje de la droga.

Durante esta actuación, los agentes procedieron a identificar a un total de nueve mujeres de nacionalidad extranjera, que residían y se prostituían en el inmueble, obligadas a trabajar en turnos de 24 horas.

Además, se pudo constatar que la organización se encargaba al tiempo de publicitar y administrar los servicios sexuales mediante anuncios publicados en páginas de internet especializadas en contactos.

Las tres detenidas, la propietaria del inmueble, su hermana y una tercera mujer de apoyo, se dedicaban, además, a las labores de control de las chicas y de recepción y cobro a los clientes.

Tras prestar declaración en el juzgado de guardia por presuntos delitos de trata de seres humanos, obligación a la prostitución, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, las dos hermanas, principales cabecillas del grupo, ingresaron en prisión por orden judicial.

Los investigadores continúan con el análisis de la abundante documentación incautada en el registro, por lo que no se descarta que las detenidas puedan estar implicadas en otras acciones delictivas.