La Guardia Civil detuvo en la noche de ayer en la localidad de Sabiñán (Zaragoza) a un hombre de 41 años, P. L. C. M., por un nuevo incumplimiento de la orden de alejamiento de su mujer que le impuso un juez para evitar que la sometiera a malos tratos.

En total, P. L. C. M. ha sido detenido en cuatro ocasiones por no mantenerse a la distancia mínima de 500 metros de su compañera.

La detención de ayer se produjo en Sabiñán, una población de la comarca de Calatayud, pero las otros tres tuvieron lugar en la ciudad de Zaragoza, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

"El marido tiene fijada su residencia en Zaragoza y se desplaza a donde está su mujer para insultarla y amenazarla, pero no consta que la haya sometido a malos tratos", precisó una fuente próxima a la investigación.

"La sigue por las calles y profiere palabras malsonantes", añadió el mismo informador, que subrayó que "ha sido su reincidencia lo que ha llevado al juez y a la Guardia Civil a tomar cartas en el asunto para evitar que el problema pase a mayores".

Durante los cinco primeros meses del año, los jueces han dictado 200 órdenes de alejamiento, una medida de prevención cuyo uso va extendiéndose de forma rápida, dado que en el conjunto de España, en el mismo periodo, se impusieron unas 10.000 medidas de alejamiento.

Los cambios actualmente en preparación en la normativa sobre violencia doméstica permitirán, a partir de octubre, que los maltratadores lleven una pulsera electrónica que ayudará a determinar en todo momento su ubicación precisa. De esta forma se podrán prevenir agresiones sexistas. Además, otra de las medidas que entrarán en vigor y que actualmente está en fase de estudio es la vigilancia de las mujeres amenazadas durante las veinticuatro horas del día.