La Guardia Civil detuvo a un joven de 25 vecino de la localidad zaragozana de Utebo por, supuestamente, abusar sexualmente de una chica de 15 años. Los agentes dieron con el paradero de la menor en un hotel, después de que el padre de esta interpusiera una denuncia por desaparición. Llevaba tres días sin dar señales de dónde se encontraba.

Fue el propio progenitor quien puso sobre la pista al instituto armado de que la joven podría estar con quien dice ser su pareja sentimental, aunque no ha recibido autorización alguna para ello ante la evidente diferencia de edad y de que su hija está por debajo de los 16 años, edad que el Código Penal fija como límite para los abusos sexuales haya consentimiento o no. La norma establece que por debajo siempre habría delito.

En el momento en el que la Guardia Civil descubrió al detenido junto a la menor en el hotel El Águila, a este, identificado como D. M. B., le intervinieron dinero en efectivo y una caja de nolotil.

La menor se encontraba en buen estado en el momento en el que los agentes accedieron a la habitación en la que ambos se encontraban. Les explicó que no había llegado a pasar la noche con él y que su fuga se lo había contado a una amiga. Asimismo, les relató que mantiene una relación sentimental desde el 14 de abril del 2019 y que ha mantenido relaciones sexuales con esta persona, que fueron consentidas en todo momento y que «han sido siempre normales y con uso de preservativo en alguna ocasión, pero no siempre». En sentido, los agentes le preguntaron sobre si era suyo el test de embarazo que encontraron en su habitación, después de practicarle una entrada y registro, siendo contestados que sí. Que se lo había hecho en el mes de mayo y que había dado negativo.

Por otro lado, la menor reconoció a la Guardia Civil que es consumidora de marihuana desde los 13 años y aseguró que la denuncia de desaparición interpuesta por el padre no es verdad, que en ningún momento se fugó, sino que fue este quien le echó del domicilio tras enterarse de que estaba manteniendo una relación con este joven de 25 años. El padre reconoció en la denuncia por desaparición ante el puesto de Casetas del instituto armado que ambos jóvenes estaban saliendo y que le habían exigido que cesara esa relación. Ella se habría opuesto.

El arrestado, por su parte, se negó a declarar ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza por recomendación de su abogada, Carmen Sánchez Herrero. Ante la falta de antecedentes penales y la declaración de la menor la instructora acordó ponerlo en libertad provisional mientras se instruye el asunto. Clave será el informe psicológico que pueda determinar si la mayoría de edad del sospechoso ha sido crucial para poder manipular a la menor y que diera su consentimiento a repetidas relaciones sexuales. Está penado con hasta 12 años de cárcel.