Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Zaragoza a un hombre de 34 años como presunto autor de varios delitos de robo con violencia e intimidación cometidos este mes en salones recreativos y establecimientos de venta de frutos secos de la capital aragonesa en los que se hizo con un botín superior a los 6.000 euros y en los que ocultaba su cara con un pasamontañas y utilizaba un arma blanca.

El hombre abordaba a sus víctimas momentos antes de la hora de cierre del local o cuando ya se disponían a hacerlo, y las amenazaba con un cuchillo para que le dieran todo el dinero de la caja, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

En la madrugada del pasado jueves, 24 de enero, agentes de la policía acudieron a un salón de juego de la calle Reina Fabiola ante una alarma de atraco y sorprendieron a A. A. O., de 34 años, cuando lo estaba perpetrando.

a disposición judicial / Los agentes lograron detener al hombre sin poner en peligro a la empleada que estaba siendo víctima del atraco. La investigación llevada a cabo le atribuye hasta tres atracos más y pasará este sábado a disposición judicial.

El sospechoso fue trasladado tras su detención a dependencias policiales para que prestara declaración, con el fin de elaborar el correspondiente atestado con los hechos que se le imputan. Posteriormente, el caso pasó a depender del Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, que ha podido establecer que el detenido puede ser el autor de otros tres atracos. Uno de ellos fue cometido en un salón de juego ubicado en la calle Nicanor Villa de la capital aragonesa.

AMPLIO HISTORIAL

A. A. O. pasó ayer a disposición del juzgado de guardia, cuyo titular, a la vista de la gravedad de los hechos imputados y de los antecedentes del presunto atracador, decidió enviarlo a prisión.

El sospechoso posee un amplio historial delictivo, en particular por delitos contra la propiedad, con un total de 16 antecedentes, por lo que el juez que lo envió a prisión tuvo muy en cuenta la posibilidad de que pudiera reincidir.

La modalidad delictiva del detenido se inscribe en una tendencia que está experimentando un incremento en los últimos tiempos en Zaragoza y que, con mucha frecuencia, toma la forma de atracos en los que el botín son los móviles y los bolsos de las víctimas.

Esta predilección se explica en el hecho de que los objetos de telefonía son a menudo de un precio muy alto y resulta fácil revenderlos en el mercado negro e incluso en páginas web, a lo que ayuda la dificultad para establecer la propiedad de los mismos.

Recientemente, la Policía detuvo en la capital aragonesa a dos jóvenes que forcejearon con una mujer para arrebatarle el móvil de las manos. No se trata de un caso aislados, dado que, desde el pasado verano, se vienen produciendo este tipo de robos con una forma de actuar muy similar, lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a reforzar los servicios de vigilancia.