La Policía de Costa Rica ha detenido a Ángel Arcéiz Sánchez, el último dueño de la Walthon Weir Pacific (empresa de válvulas) que acabó en quiebra y sus responsables acusados de cometer, en el 2001, un fraude de 748.534 euros (más de 124 millones de las pesetas). Contra él recaía una orden de busca y captura internacional, según el Ministerio de Seguridad Pública costarricense, por la comisión de hasta 23 delitos, entre los que destacan estafa y homicidio por imprudencia.

El empresario natural de Sádaba (Zaragoza) ingresó en el país centroamericano en el 2013, si bien realizó varias salidas y entradas utilizando nombres falsos. El ministro costarricense Gustavo Mata señaló, según declaraciones recogidas por el diario La Nación, que el arresto se produjo después de que una entidad bancaria alertara de que una persona estaba intentando obtener un crédito por casi 3 millones de euros para adquirir una propiedad en Guanacaste. «La presunción policial es que se estaba tramando una posible estafa por lo que empezamos a trabajar la Policía de Migración y la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) para ubicarlo. Se hablaba de Escazú pero no teníamos la ubicación en concreto, el miércoles nos dijeron que estaba en Cañas y el jueves en la noche lo localizamos en Liberia (Costa Rica)», aseveró Mata. Al no llevar a cabo sus planes, Arcéiz Sánchez no tiene antecedentes penales en Costa Rica, por lo que las autoridades de dicho país van a iniciar el proceso para expulsarlo de su territorio. Una de las razones es que se encuentra de manera ilegal en suelo costarricense.

Arcéiz Sánchez fue condenado en el 2007 junto a su hermano (ya fallecido) a tres años de prisión por un delito contra la Hacienda Pública. Actualmente, la Audiencia Nacional tenía abierta otra investigación contra él por su posible relación con una trama de empresas ficticias liderada por tres personas, Francisco y Óscar C. R. y el ucraniano Yuriy Z., que fueron arrestadas en octubre del 2016. En los últimos meses se había relacionado a los detenidos con la adquisición de varios campos y una granja en Sádaba, así como con la instalación de invernaderos en los que han empezado a cultivar stevia.