La Policía Local de Zaragoza detuvo este domingo a un hombre en el barrio de Delicias al protagonizar un altercado en un bar donde disparó al aire con una pistola semiautomática al menos en dos ocasiones. Al rebotar, una de las balas rozó la frente de uno de los clientes y le causó una herida. Los hechos ocurrieron sobre las 8.20 horas de esta mañana en el establecimiento El Cubetazo, en la calle San Rafael, a la altura del número 44.

El detenido, P. F. B., de 54 años y nacionalidad española, reaccionó violentamente porque creyó que le habían sustraído la cazadora. Muy enfadado, sacó una pistola y disparó al aire. Una de las balas rebotó en el techo e hirió levemente a E. F. P. S., de 28 años, que fue trasladado al hospital Clínico Lozano Blesa. Está fuera de peligro.

El autor del hecho, a quien se le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas, también encañonó a la dueña del local, que reconoció a EL PERIÓDICO haber llegado a temer por su vida. Una de las balas, de hecho, impactó cerca de la caja registradora, donde ella estaba. "Es una persona a la que había visto muy pocas veces", señaló la encargada, todavía sorprendida por la violenta reacción del cliente. "La verdad es que si alguien no le empuja, no me salvo", explicó Ada, que el lunes mismo reabrirá su local. "Lo he cerrado porque he tenido que ir a comisaría a prestar declaración", concluyó.

Tras los disparos, la encargada del establecimiento llamó a la Policía Local y efectivos de la UAPO detuvieron al sospechoso, que previamente había sido reducido por un grupo de clientes."Es un hombre alto y fuerte, ha costado neutralizarlo", dijo uno de ellos.

El herido dejó un reguero de gotas de sangre en la acera, pero, según fuentes policiales, su estado no reviste peligro. El suceso tuvo como detonante la cazadora del autor de los disparos. Al parecer, pensó que se la habían robado, según ha manifestado un testigo, y es cuando esgrimió el arma y se concatenaron el resto de acontecimientos.

Varios clientes consiguieron reducirlo, le arrebataron el arma y lo inmovilizaron hasta la llegada de efectivos de la UAPO. En el cacheo al que fue sometido se le incautaron dos armas de fuego, la pistola semiautomática y un revólver, así como abundante munición.

GRAN EXPECTACIÓN

El suceso causó una gran expectación en la zona. "Es un bar en el que de vez en cuando hay peleas", manifestó un vecino. "He visto que hace un rato había unos policías mirando en los contenedores y debajo de los coches, buscando algo", continuó.

Sobre las 10.00 horas, un guía canino del Cuerpo Nacional de Policía ha entrado en el local con dos perros adiestrados en busca de droga. No se ha descubierto ninguna sustancia prohibida. "Se hace de forma habitual en este tipo de incidentes", explicó una portavoz de la Policía.

"Este local y otro que hay a la vuelta de la esquina causan muchos problemas, es raro el fin de semana en que no hay barullo", declaró un vecino de 83 años que ha vivido toda su vida en la cercana calle de Santa Teresita.

El detenido quedó a disposición de la Policía Nacional que será la que termine la investigación antes de pasar a disposición judicial, posiblemente hoy.