Agentes de Policía Nacional han desmantelado un punto de venta de drogas en Zaragoza que regentaba un hombre de 44 años que se encontraba fugado de prisión y en el que se incautaron 190 gramos de cocaína en roca.

Según informó la Dirección General de la Policía, las investigaciones empezaron el pasado día 12 de junio por agentes de la brigada judicial de la comisaría del barrio de Delicias al tener constancia de la posible existencia de un punto de venta de sustancias estupefacientes en un piso de la zona.

El servicio de vigilancia establecido permitió descubrir a una persona que realizaba constantes trayectos entre la referida vivienda y un bar cercano y que tomaba en todo momento fuertes medidas de seguridad.

Los agentes pudieron determinar que el sospechoso, E. B., portaba consigo una documentación de identidad falsa para evitar así cualquier control policial, por lo que el viernes pasado se procedió a su detención y traslado a prisión.

En el registro realizado previamente en su domicilio, los investigadores localizaron 190 gramos de cocaína en roca, sustancia para el corte de la droga, útiles para el embalaje de sustancias, más de mil euros en metálico así como varios objetos sustraídos, entre ellos un teléfono móvil valorado en más de 1.200 euros.

Antes de su traslado a prisión, el sospechoso fue detenido por la presunta comisión de los delitos de tráfico de drogas, usurpación de estado civil, contra la administración de justicia y hurto.

Por otra parte, agentes policiales que realizaban un servicio de prevención del consumo y tráfico de drogas detuvieron el domingo en una zona de ocio de Zaragoza a un hombre de 35 años, C. M. S., que al observar la presencia policial trató de ocultar una cartera marrón.

IDENTIFICACIÓN

Al proceder a la identificación y cacheo del sospechoso, los agentes localizaron la cartera, en cuyo interior había seis papelinas de speed y otras seis de cristal. Ambas detenciones se inscriben en un renovado esfuerzo, por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad, para erradicar el tráfico de drogas a pequeña escala en los barrios de las grandes ciudades.

Se trata del último escalón en el comercio ilegal de las sustancias estupefacientes, que recibe periódicamente droga procedente de otras partes de España y la va vendiendo en pequeñas cantidades a consumidores locales.

En todas estas acciones de la Policía y de la Guardia Civil se trabaja mediante la escucha de conversaciones telefónicas y la interceptación de mensajes de texto, gracias a lo cual se puede determinar la ruta que siguen los alijos y remontar las redes de traficantes, desde los que operan a gran escala a los que, como en el caso de Zaragoza, dan salida a la mercancía ilícita con la venta de pequeñas dosis.