La Policía Nacional ha detenido a un hombre de 43 años por un supuesto delito de tenencia ilícita y trafico de armas, ya que al parecer fue quien vendió hace meses el revólver con el que Luis Pedro Rocafull Gutiérrez se suicidó en el bar de Zaragoza en el que permaneció atrincherado 20 horas.

Al parecer, según informan desde la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza, el detenido, M.J.A., de 43 años, habría vendido el arma con la que Luis Pedro Rocafull se suicidó el pasado martes, 19 de agosto, en el bar Maxi 2 de la capital aragonesa, después de permanecer encerrado en el local durante casi 20 horas.

Las fuentes recuerdan que el pasado lunes, sobre las 23.00 horas, se recibió en la Sala Operativa del 091 una llamada en la que una mujer manifestaba que un hombre, conocido suyo, había accedido a su bar, en la calle La Salina, exhibiendo un arma de fuego.

Varias dotaciones de la Policía Nacional acudieron al lugar, donde entablaron conversación con Luis Pedro Rocafull, quien en ningún momento se deshizo del arma y que llegó incluso a encañonar a los agentes.

La actuación de la Policía permitió que la mujer abandonara sana y salva el local, pero el hombre inició un atrincheramiento que duró casi 20 horas, hasta que él mismo decidió acabar con su vida de un disparo.

De las conversaciones mantenidas entre el negociador de la Policía Nacional y el hombre atrincherado se pudo deducir que éste poseía conocimientos relacionados con el manejo de las armas, explican las fuentes.

Además, algunos de sus familiares confirmaron a la Policía que ya con anterioridad Luis Pedro Rocaful había tenido un revólver "con el que habría amenazado de muerte a su anterior pareja.

Luis Pedro Rocaful, agregan, mantuvo durante todo el encierro una "actitud desafiante" y llegó incluso a despreciar, ignorar o insultar a sus propios familiares, motivo por el que la labor mediadora resultó "ardua y difícil".

Desde el primer momento la Policía Nacional detectó que no tenía intención de salir con vida del local, "probablemente porque su situación era desesperada, tanto emocional como económicamente".

Agentes del Grupo de Operaciones Especiales aprovecharon el cansancio del hombre, quien se quedó dormido en una ocasión y se le disparó el arma, para acceder al local apoyados por gases y granadas aturdidoras, con el objetivo de salvarle la vida.

En el enfrentamiento con la Policía, Luis Pedro Rocaful disparó dos veces su arma contra los agentes.

Una vez que éste se suicidara, los agentes descubrieron que en uno de los bolsillos de su pantalón guardaba doce cartuchos del arma, de los seis con los que habría alimentado su revolver.

En la inspección ocular del lugar de los hechos la Policía descubrió sobre una mesa de la parte superior del establecimiento, utilizada por Luis Pedro Rocaful como "torre de vigilancia", elementos que evidencian el consumo de sustancia estupefaciente, como un canutillo, una tarjeta de crédito, y una papelina, además de bebida alcohólica y diversas bebidas energéticas.