Durante más de una hora y media, los sanitarios del 061trataron ayer de salvar la vida de Francisco Javier Martínez García, de 51 años, que recibió un disparo en el pecho frente a su vivienda, en la calle doctor Loriente, en la zaragozana localidad de Épila. El autor del primer asesinato del año en Aragón consiguió fugarse, si bien la Guardia Civil le localizó y detuvo en la zona de los cabezos del municipio.

La llamada de auxilio al 112 Emergencias Aragón la hizo un vecino que vio todo lo ocurrido. Eran las 18.00 horas. Rápidamente, ayudado por otros epilenses le introdujeron en el interior de un portal, a la espera de que llegaran los servicios de emergencias y la Guardia Civil, cuya presencia no fue inmediata, debido a que la patrulla encargada estaba realizando otro servicio. Ante el tipo de suceso y que el sospechoso había salido corriendo, la Comandancia de Zaragoza movilizó a agentes de localidades próximas, la Unidad de Seguridad Ciudadana de Zaragoza (Usecic) e incluso al destacamento de Tráfico. A las 20.45 horas, el sospechoso -cuya identidad no ha sido ofrecida por las autoridades- era detenido. No opuso resistencia a los agentes en el momento de su localización.

EN EL TÓRAX

Fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, resaltaron que el autor estaba de espaldas a la víctima, a quien llamó por su nombre y tras girarse le pegó un tiro en el pecho. El proyectil, según las mismas, se introdujo en la zona del tórax, muy próxima al corazón, y la bala se alojó en su interior. Será el informe forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), donde fue trasladado el cadáver, el que determinará si el proyectil lesionó la región cariaca.

Fue el único tiro que recibió, si bien los testigos resaltaron que oyeron dos disparos, circunstancia que investiga la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de la capital aragonesa.

Todas las hipótesis están abiertas si bien la que más fuerza adquiere, al cierre de esta edición, es la relacionada con un enfrentamiento que la víctima mantuvo con el autor por un robo que sufrió en una bodega propiedad de este hombre casado y con dos hijos que deja huérfanos de padre. El crimen conmocionó ayer a los vecinos de esta localidad que aseguraron estar «hartos» de la delincuencia que sufren que, hasta este momento, no había traspasado la línea. Por ello, hoy, a las 11.00 horas, en la plaza España del municipio, la plataforma ciudadana Stop Robos en Épila se concentrará en repulsa por esta trágica muerte y para pedir que el detenido «cargue con todo el peso de la ley».

Su presidente, José María Simón, reconoció sentir «indignación, asco e impotencia» por esta pérdida humana. «Quiero expresar en mi nombre y en el del resto de asociados nuestro más sincero y emotivo apoyo a su familia», recalcó. En el 2015, los vecinos sufrían una media de dos robos al día. Esto conllevó una intensificación de las labores de vigilancia.