Un padre y su hijo, ambos vecinos de la zaragozana calle Azoque, fueron detenidos después de apuñalar en la espalda y en la pierna a un hombre que, según estos, entró en su casa a robarles. El supuesto ladrón, que también fue arrestado, lo negó y aseguró que la víctima de la sustracción de un móvil fue él.

Unos hechos que ahora trata de aclarar el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.La agresión tuvo lugar sobre las 23.00 horas en una vivienda del número 58. Fue el padre quien pidió ayuda a voz en grito por la ventana a un bar que tienen en las proximidades.

Según la versión que este hombre de 40 años y su hijo veinteañero dieron a la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, asistidos por la abogada Olga Oseira, ambos estaban en casa cuando oyeron unos ruidos. Se asomaron y vieron que un joven había entrado por la ventana a través del patio de luces. Ahí comenzó una pelea, puesto que vieron que el sospechoso llevaba un cuchillo en la mano y quisieron arrebatárselo.

En el rifirrafe, presuntamente, el ladrón le dio un mordisco en el dedo que estuvo a punto de seccionar, mientras que su hijo sufrió heridas cortantes en la mano y el brazo. El tercero en discordia también sufrió lesiones en la espalda y el muslo. En ninguno de ellos las lesiones fueron de gravedad.

Hasta el lugar se trasladaron en un primer momento agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que intervinieron dos cuchillos, uno de ellos de 18 centímetros de hoja. Unas armas que ahora van a ser analizadas por la Policía Científica para identificar quiénes los empuñaban.

Mientras todo se aclara, los tres pasaran unos días en el centro penitenciario de Zuera tras así decretarlo la jueza de guardia que se va a inhibir en favor del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, que es el encargado de la investigación.