La Guardia Civil detuvo a un joven vecino de Barbastro, después de que su novia se enterara, por un grupo de Whatsapp de unos amigos, de que su novio habría aprovechado su estado de somnolencia para agredirla sexualmente, grabarlo y enviar dicho vídeo a su entorno.

Los hechos por los que el arrestado ha sido enviado al centro penitenciario de Zuera por indicación del juez de guardia de Barbastro tuvieron lugar hace una semana. El ahora arrestado, que tiene antecedentes por tráfico de drogas, pasó la tarde de confinamiento consumiendo alcohol y drogas hasta que llegó la víctima de trabajar.

Después de cenar, ambos se acostaron en el sofá del salón de la vivienda de unos amigos, estancia que estas personas les han cedido de forma provisional mientras él busca trabajo tras su salida de prisión en julio. Al parecer, él le habría propuesto mantener relaciones sexuales, pero la víctima le dijo que no, que estaba cansada.

ANTES DE DESPERTARSE

Ya había amanecido y la víctima tenía que despertarse para ir a trabajar cuando, supuestamente, el sospechoso puso su teléfono móvil a grabar y agredió sexualmente a su novia. Un vídeo que posteriormente envió a sus amigos y en el que llegó a fanfarronear que «se lo dedicaba a todo el pueblo».

Cuando ella se despertó, hubo, supuestamente, una pequeña discusión que llevó al detenido a protagonizar una extraña escena puesto que fue él quien llamó al puesto de la Guardia Civil de Barbastro para denunciar «que una mujer estaba en peligro».

Lo hizo con el teléfono de su compañero de piso y haciéndose pasar por una vecina, ya que trató de simular la voz de una mujer. Los agentes realizaron una investigación del terminal de telefonía hasta que dieron con el paradero de la persona que les había llamado denunciando una agresión machista.

Una vez identificado, los agentes activaron el protocolo de violencia de género para que la joven fuera asistida por trabajadores de asuntos sociales y para tomarle declaración.

Entonces, según fuentes consultadas por este diario, la joven denunció que su relación sentimental había tenido altibajos y que en alguna ocasión él se había mostrado violento con ella.

Un hecho que hasta ese momento se iba a instruir como un asunto de malos tratos hasta que llegó a la Guardia Civil el vídeo de la supuesta agresión sexual y que se estaba difundiendo entre los vecinos de la localidad altoaragonesa. Cuando los agentes pusieron en conocimiento de la denunciante dicho contenido, ella explicó que no sabía nada de eso y que era la primera sorprendida. No obstante, quiso señalar que cuando se despertó completamente y se lo encontró encima no hizo por quitárselo porque entendía que eran novios, dejándole consumar el acto.

Una escena sexual que no solo fue analizada por la Guardia Civil, sino también por el juez que en ese momento decretó la prisión provisional para este joven de 35 años, ya que entendía que el caso no solo podría investigarse por un delito contra la intimidad, sino también por una agresión sexual, ya que consideraba que la víctima no habría dado su consentimiento inicial en las relaciones sexuales ni el total para la grabación y distribución de dicho contenido audiovisual.

NO SABÍA

El arrestado, por su parte, aseguró que no sabía lo que había hecho. Asistido por su abogado defensor, Alejandro Sarasa, explicó al magistrado que estaba bajo la influencia del alcohol y las drogas, que tiene un problema de adicción y que no se acuerda de nada. No obstante, quiso recalcar que las relaciones sexuales fueron consentidas porque la denunciante es su novia.

Los amigos de la pareja explicaron que ellos escucharon ruidos, pero que no se enteraron de nada. También incidieron en que el teléfono móvil con el que llamó a la Guardia Civil el sospechoso, aunque es de su propiedad, se lo dejaron al arrestado para que lo empleara porque no tenía.

Mientras se dilucida si hubo consentimiento o no, el joven permanece en la cárcel de la que salió el año pasado.