Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer en Denia (Alicante) a once personas como posibles integrantes de un grupo de índole religiosa, "cuya estructura y funcionamiento se asemeja al de una secta" y a los que se les imputa posibles delitos de asociacionismo ilícito y recaudación ilegal de fondos económicos. Entre los arrestados figura el "líder espiritual" del grupo, un zaragozano de mediana edad.

La operación policial se inició a raíz de que antiguos "adeptos" denunciaran que "debían aportar alrededor del 10% de sus salarios al líder". El presunto responsable abandonó hace tiempo una congregación evangelista en Denia. Menores de edad asistían a las reuniones del grupo "a menudo sin la presencia de sus padres".