La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas --dos mujeres y dos varones-- como presuntos autores de varios robos en tiendas especializadas de deporte.

Según las investigaciones policiales, los arrestados, que pertenecían a una misma familia, se habían especializado en establecimientos de venta de accesorios deportivos, que tienen una fácil salida en el mercado negro, especialmente en los rastrillos ambulantes.

Desde la Jefatura Superior de Policía en Aragón señalaron que los cuatro conformaban un grupo itinerante que se valía de un coche de gran cilindrada con el que se desplazaban rápidamente de un establecimiento a otro de la ciudad en la que actuaban.

Estas mismas fuentes no descartan la posibilidad de que se dedicaran a realizar varios hurtos en una misma localidad trasladándose después a otra, utilizando los domicilios de sus familiares para pernoctar varios días y así evitar ser detectados por la Policía.

La forma de actuar estaba capitaneada por las mujeres, quienes entraban en los establecimientos por separado, de forma individualizada, y por medio de unos alicates fracturaban las alarmas y cortaban las etiquetas de las prendas. Después, las escondían en el interior de bolsos de grandes dimensiones que ellas mismas portaban especialmente preparados para ocultar las prendas.

La misión de los varones era esperar a bordo del coche en marcha en las calles adyacentes para facilitar una rápida fuga con las prendas sustraídas.

La investigación fue desarrollada por el subgrupo de Hurtos de la la Policía en Aragón.