La Guardia Civil ha desarticulado una banda de ladrones búlgaros asentada en Valencia que robaba catalizadores de coche en varias provincias españolas, para extraer de estos aparatos los metales preciosos que contienen. La operación Lipova ha permitido detener a cinco presuntos ladrones, recuperar miles de catalizadores y esclarecer al menos 69 robos -aunque investigan hasta 200-, de los cuales 28 fueron cometidos en Aragón.

Concretamente, según detallaron fuentes del instituto armado, 25 de ellos fueron cometidos en localidades de Zaragoza (Villanueva de Gállego, Cuarte de Huerva, Cadrete, Garrapinillos, Utebo, Casetas, El Burgo de Ebro, Gallur, Figueruelas y La Muela) y otros tres en Teruel, en Cella y Cantavieja. De hecho, agentes de Casetas y Teruel se desplazaron con sus compañeros de Valencia, bajo las órdenes de un juzgado de Lliria, para efectuar las detenciones y registros.

Estos fueron cinco, cuatro en Sagunto y otro en Quarell, donde decomisaron miles de catalizadores, 6 vehículos, 26.000 euros en metálico, 3 diamantes, 36 joyas, 13 relojes alta gama, 3 radiales portátiles, y 4 cortatubos.

La organización buscaba coches poco vigilados en aparcamientos públicos de varias comunidades (Valencia, Murcia y Castilla la Mancha, pero también en la localidad francesa de Perpignan) y utilizaban una sierra radial para extraer el aparato. Los propietarios a menudo no se daban cuenta inmediatamente del robo, ya que los vehículos pueden funcionar un tiempo sin la pieza.

Los catalizadores eran trasladados a una nave industrial para su posterior tratamiento.