Las joyerías ubicadas en el interior de edificios tampoco se libran de ser asaltadas por los ladrones. Un taller de este gremio en la capital aragonesa fue asaltado y desvalijado, este domingo, por dos personas que fueron detenidas en las inmediaciones por la Policía Nacional. No fueron muy lejos y no pudieron dar salida al botín.

Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, los sospechosos reventaron el bombín de la puerta de acceso al establecimiento, situado en el número 23 de la calle Manifestación. Lo hicieron con una especie de soplete con el que evitar realizar cualquier tipo de ruido que despertara la curiosidad o intranquilidad de los vecinos del edificio.

Tras ello, fueron directos a la estancia en la que se encontraba la caja fuerte y realizaron tan mañan operación. Rápidamente la abrieron y la desvalijaron por completo.

Una forma de actuación que hace pensar a los investigadores que los arrestados no solo son profesionales de la comisión de este tipo de delitos, sino que días antes a la comisión de este asalto pudieron visitar el establecimiento, haciéndose pasar por clientes. De esta forma, pudieron fijarse en su objetivo y así planificar un golpe, rápido, silencioso y limpio. No les salió del todo bien, según estas mismas fuentes, ya que acabaron siendo arrestados con las joyas en la mano. No obstante, la investigación policial todavía continúa abierta al no descartarse más arrestos. La Policía Científica acudió ayer al establecimiento para tomar huellas.

El último robo a una joyería tuvo lugar el pasado verano en el paseo Sagasta de la capital aragonesa. Se llevaron relojes de lujo valorados en miles de euros. En aquella ocasión el golpe fue mediante el procedimiento del butrón, a partir de un local próximo que estaba abandonado. Se dio la casualidad de que esta antigua sede bancaria está fuera del campo de visión de las cámaras de seguridad que graban la fachada de la joyería desde dos flancos. Los autores del mismo consiguieron huir y todavía permanecen inlocalizados.