No hay dos sin tres. Los dos jóvenes de 18 años detenidos la semana pasada en Zaragoza por cometer robos violentos en la capital aragonesa y que fueron puestos en libertad por dos juzgados diferentes acaban de ser arrestados en Huesca. Pero han vuelto a estar de suerte, ya que tras ser puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huesca han vuelto a la calle por decisión de su titular. A. E. F. e I. I., de 18 años, de origen marroquí cuentan actualmente con un permiso de residencia temporal en España, si bien no puede ser expulsados hasta que no tengan antecedentes penales, que no policiales.

En la capital altoraragonesa fueron arrestados tras cometer varios asaltos. Al día siguiente de la libertad que decretó la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza se trasladaron a Huesca. Fueron vistos de madrugada, mientras se encontraban ocasionando daños en

vehículos y mobiliario urbano. A los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana no les fue fácil reducirles y detenerles, ya que los agentes recibieron patadas, puñetazos e, incluso, uno de ellos fue agarrado del cuello.

Una vez detenidos, los agentes localizaron entre sus pertenencias un cartera con documentación y un teléfono móvil, averiguando que pertenecían a un hombre de 90 años, residente en Zaragoza y al que habían robado nada más salir del Juzgado de Guardia. Se ofrecieron a ayudarle para abrir la puerta del portal de su inmueble, aprovechando el momento para sustraerle estos efectos.

Comenzó en ese momento una investigación que derivó en la imputación de tres robos violentos como respuesta a su modus operandi. En la madrugada del 24 al 25 de febrero actuaron repartiéndose las funciones en sus ataques, actuando uno de ellos sobre la víctima mientras el segundo ejercía funciones de vigilancia.

En el primer caso la víctima se encontraba caminando por vía pública y hablando con el teléfono móvil cuando uno de los arrestados se acercó sorpresivamente y le arrebató el terminal tirando fuertemente de su mano. Una hora más tarde, la segunda víctima se encontraba accediendo al portal de su inmueble con el teléfono móvil en una de sus manos, cuando estos varones se acercaron, se abalanzaron sobre la mujer y le arrebataron el teléfono con violencia, llegando a causarle lesión en la muñeca.

Las gestiones realizadas entorno a ambos robos permitieron averiguar que eran, asimismo, los responsables de un tercer robo cometido el 12 de febrero en el que arrebataron a una mujer un móvil que acababa de introducir en el interior del bolsillo de su abrigo.

ANTECEDENTES EN ZARAGOZA

A. E. F. e I. I. actuaron en la capital aragonesa con la misma violencia y con el mismo resultado: la puesta en libertad por decisión de las magistradas de los juzgados de instrucción número 6 y 8 de Zaragoza. En uno de los robos, los sospechosos llegaron a tirar del pelo a una mujer para conseguir arrebatarle el bolso.