La Guardia Civil ha detenido en Zaragoza a dos inmigrantes africanos como supuestos autores de un delito de suplantación de personalidad en unos exámenes teóricos para la obtención del permiso de conducir. Desde que empezó el año, diez personas han sido detenidas en la comunidad aragonesa por adoptar identidades falsas durante la realización de las pruebas del carnet de conducir.

En su mayoría, los impostores proceden del Magreb y de países subsaharianos con los que España no tiene acuerdos para la validación automática de las licencias.

En el último caso descubierto, H. M. B., de 29 años y nacionalidad congoleña, intentó hacerse pasar, en las pruebas escritas celebradas en la capital aragonesa el pasado jueves, por H. A., de 37 años y natural de Ghana.

El primero fue identificado durante la celebración del test, mientras que H. A. sería detenido por efectivos de la Guardia Civil en su domicilio del barrio zaragozano de La Almozara.

Ambos pasaron a disposición judicial como presuntos autores de los delitos de falsedad en documento y usurpación de estado civil. El juez, tras tomarles declaración, los puso en libertad con la condición de que se presenten en el juzgado dos veces al mes.

El Código Penal contempla penas de prisión de seis meses a tres años por el delito de usurpación del estado civil, pero en la práctica los jueces suelen zanjar el problema con la imposición de sanciones económicas.

El modus operandi de los suplantadores y los suplantados es siempre el mismo. La persona que ha de realizar la prueba obtiene toda la documentación necesaria, incluido el certificado médico, y se la entrega, junto con el carnet de identidad, al usurpador, que se presenta a hacer el examen.

La Guardia Civil sospecha que no se trata de casos aislados y que existe una red ilegal especializada en este tipo de falsificaciones.