Dos ganaderos de Huesca y uno de la localidad zaragozana de Alfajarín fueron detenidos en el marco de una operación policial contra dos redes de engorde ilegal de ganado que ha afectado a cuatro comunidades. Además de Aragón, las actuaciones de la Policía se han desarrollado en Navarra, Cataluña, Castilla-La Mancha y Andorra, donde se han practicado otros 16 arrestos.

Los ganaderos aragoneses detenidos han sido identificados como Vicente C. C. y su hijo, Javier C.M., ambos de Huesca, y Gabriel Angel U. H.. Este último, de 54 años, tenía explotaciones en Alfajarín y Pamplona. La Policía considera que los tres sospechosos eran clientes asiduos de la red y se valían de sus productos para el engorde ilícito de sus reses.

La intervención policial, desarrollada de forma simultánea en las comunidades afectadas, donde se realizaron 20 registros en pisos, locales y explotaciones ganaderas, permitió la intervención de sustancias prohibidas para el engorde como dexametasona, flumetasona, fenoterol y otros tipos de corticoides, que podrían tener efectos secundarios para la salud de las personas.

Estos productos, combinados con sustancias hormonales, eran utilizados por los ganaderos durante los últimos 45 días de la vida del animal, y dejaban de ser administrados unos días antes de que se procediera a su sacrificio para dificultar su detección por los controles sanitarios de los mataderos.

Las sustancias incautadas, autorizadas sólo para el tratamiento de animales enfermos, son difíciles de detectar por los servicios de sanidad al ser limitadas en los residuos producidos a las reses.

FRAUDE El objetivo de estas redes ilegales se dirige al uso de sustancias que afectan gravemente a la salud por parte de ganaderos "sin escrúpulos" para obtener mayores ingresos en su actividad, pero ocasionando "un gran fraude a los consumidores", según fuentes policiales.

La operación está vinculada a otra efectuada conjuntamente por la Policía y los Mossos d´Esquadra durante el mes de julio del año pasado, que permitió la detención de otras 19 personas, entre distribuidores y ganaderos, de las que ocho residían en distintas localidades de la provincia de Huesca.

Como en aquella ocasión, las investigaciones policiales permitieron averiguar que los productos ilícitos eran distribuidos desde laboratorios de Barcelona, aunque el proveedor de las redes y principal implicado era un ciudadano residente en el Principado de Andorra, identificado como Lluis, M. M., que también fue detenido.