Tres jóvenes que forman una banda itinerante especializada en robos con violencia llegaron a mitad de agosto a Zaragoza donde cometieron varios asaltos, entre ellos un mataleón. La Policía Nacional trataba de identificarles y detenerles y, al final, una perra de la Unidad Canina de la Jefatura Superior de Policía de Aragón les señaló cuando estaban a punto de montarse en un autobús camino de Barcelona.

El arresto de los sospechosos, C. A.; C. K. y M. M. S. de 34; 30 y 23 años, de origen argelino y que tienen vigente una orden de expulsión de España por estar en situación irregular, tuvo lugar en el interior de la estación Intermodal de la capital aragonesa, donde la Brigada Móvil y los guías caninos realizan controles aleatorios de los pasajeros. Eran las 18.35 horas del pasado viernes.

La perra policial especializada en detección de sustancias estupefacientes les marcó, procediendo en ese momento a identificarles y a hacerles un registro superficial de seguridad en el que les encontraron seis teléfonos de origen ílicito, tres baterías, un libro electrónico, 120 euros, una navaja y unas tijeras.

Objetos intervenidos a los sospechosos.

Tras una primera comprobación in situ, los policías pudieron comprobar que uno de los teléfonos móviles había sido robado el día anterior realizando la técnica de arte marcial conocida como mataleón. Por este motivo procedieron a la detención de estas tres personas por un delito de robo con violencia.

El Grupo de Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que continuó con las pesquisas y esclareció otros dos hechos ocurridos en los días anteriores, en el que los detenidos también habían sustraído un teléfono móvil y un libro electrónico, al parecer también con violencia o intimidación.

Conocido el modus operandi, que llevaban en Zaragoza escasos días y que cuando se produjo la detención iban a salir de la ciudad, la Jefatura Superior de Policía de Aragón considera que se trata de un grupo itinerante que se desplaza por todo el territorio nacional con el fin de cometer delitos contra el patrimonio y no dudando del uso de la violencia para conseguir sus fines. Los jóvenes solían actuar con un claro reparto de tareas. Uno de ellos presta labores de vigilancia, mientras los otros dos cometen el atraco.

Los detenidos, a los que les constaban varios antecedentes por hechos similares, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, decretando el magistrado la prisión provisional para uno de ellos.