El deterioro ambiental provocará que en el año 2050 el 27 % de la población española sufra una enfermedad crónica, lo que se podría prevenir y evitar con la creación de ambientes más saludables para los niños.

Este es uno de los aspectos que se han puesto de manifiesto durante la primera jornada del 66 Congreso que la Asociación Española de Pediatría (AEP) celebra en Zaragoza con la participación de unos 2.000 pediatras.

Es por lo que la presidenta de la AEP, María José Mellado, considera necesario promover la salud medioambiental y contribuir a la búsqueda de soluciones para dar la mejor atención a los niños, los más vulnerables.

El coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, Juan Antonio Ortega, advierte de que muchas de las enfermedades crónicas del adulto de forma subclínica se larvaron en los 20 primeros años de vida, por lo que la prevención y promoción de la salud de los pediatras en la etapa infanto-juvenil es "fundamental", según los testimonios recogidos por la organización del congreso en un comunicado.

"Si queremos adultos saludables necesitamos desarrollar herramientas durante las dos primeras décadas de vida para garantizar un envejecimiento más saludable, lo que se conoce en Pediatría como trabajar el desarrollo óptimo", señala Ortega.

En las últimas cuatro décadas, algunas enfermedades han duplicado su prevalencia, como es el caso del asma, las patologías respiratorias y trastornos del neurocomportamiento y otras enfermedades como el cáncer infantil y adolescente, enfermedades endocrinológicas como alteraciones tiroideas, diabetes o anomalías en la pubertad y el desarrollo también siguen una pauta ascendente, según ha constatado la AEP.

Asimismo la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población infantil es, según Ortega, "cada vez más alarmante y puede relacionarse con el entorno".

Es por lo que este experto incide en que durante las próximas décadas los pediatras tendrán que especializarse en estilos de vida saludables y desarrollo óptimo.

Según Ortega, en 2050 muchos pediatras ejercerán como asesores de salud, además de posicionarse y contribuir en la creación de ciudades más saludables, "implicándose para ello en el desarrollo de nuevas tecnologías, como pueden ser las apps de salud y plataformas digitales" lo que hará surgir nuevos perfiles profesionales: desarrolladores de pediatría virtual, de teleasistencia o analistas de datos, entre otros.

El doctor Ortega apunta a la monitorización de la calidad del aire a través de pequeños sistemas de sensorización a nivel individual (wearables) o social (incorporados en la totalidad de la infraestructura actual de la ciudad) que permitirán obtener datos precisos del medio ambiente personal, doméstico y humano y también marcadores bioquímicos de salud más frecuentes en los individuos y prevenir y minimizar así los riesgos y enfermedades.

Durante el Congreso también se ha puesto de manifiesto la necesidad de que los niños siempre estén supervisados por un adulto, ya que el 40 % de las lesiones no intencionadas que requieren visitas a Urgencias Pediátricas se produce sin su vigilancia.

Ante la llegada del verano y el aumento de accidentes al aire libre, los expertos recuerdan que además de hacer caso a las recomendaciones y evitar el riesgo, los niños siempre deben estar supervisados y recuerdan que el pasado año, veinticinco menores de 14 años fallecieron en España por ahogamiento.

Además, advierten que los más pequeños y aquellos con déficit de atención o trastornos del comportamiento son más propensos a sufrir lesiones no intencionadas por accidentes, por lo que los pediatras recomiendan prestar especial atención a que se muevan en entornos seguros.

La AEP también ha reclamado más participación en las redes internacionales de investigación pediátrica para avanzar en la obtención de resultados, ya que en este sector avanza más lentamente que la del adulto.