El Gobierno de Aragón recoge el guante y reclama a la Administración central la urgente dotación de material de protección demandado por los profesionales. El presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, reclamó el domingo al ministerio ese aporte urgente de los equipamientos, aunque todo apunta a que su demanda no tendrá un efecto inmediato. Porque en el Departamento de Sanidad no se espera hasta mediados de semana la llegada de las mascarillas que el ministerio se ha comprometido a entregar a la comunidad. En principio, los sanitarios aragoneses no dispondrían de ese material hasta el miércoles o el jueves.

«Es cierto que las reservas de mascarillas ya están empezando a escasear. Las unidades que hay se están repartiendo en función de las necesidades de los diferentes centros. Teniendo en cuenta la imposibilidad de adquirirlas en el mercado seguimos pendientes del envío al que se ha comprometido el Gobierno central», admiten desde el Salud, que, mientras tanto, ha optado por recursos alternativos. Así, se están confeccionando mascarillas de tela, que se pueden usar para algunas intervenciones de modo que las aptas para estar con pacientes con el virus se pueden destinar a ellos. Hasta la llegada de las prometidas desde Madrid se seguirán haciendo de tela.

La falta de recursos ha llevado a la Administración a aceptar gustosa la donación de material procedente de empresas y particulares, como la realizada el domingo por dos personas de nacionalidad china que entregaron mil mascarillas a los profesionales del hospital MIguel Servet. No ha habido una notificación oficial al respecto, pero Lambán ya reconoció, en su comparecencia pública, la llegada de aportación procedente del exterior. «Es una carencia que hay que solventar», insistió el presidente al ministerio. En ese sentido, el máximo responsable de la Administración autonómica mostró su confianza en que la compra colectiva del Ministerio de Sanidad pueda atender las situaciones más urgentes y que en los próximos días los canales de distribución garanticen una situación más estable.

Asimismo, el Gobierno de Aragón mantendrá el lunes por la mañana una reunión con los representantes de los principales centros sanitarios privados para abordar la coordinación necesaria para hacer frente a la pandemia. El objetivo es que la privada aporte sus recursos para que puedan ser utilizados por la sanidad pública y, de este modo, garantizar una mayor dotación de instalaciones, camas y herramientas para evitar el colapso.

En ese sentido, el director general de Salud Pública de Aragón, Francisco Javier Falo, admitió que ya se han mantenido contactos con clínicas privadas y que en las próximas horas se celebrará un encuentro con ellas para abordar «cómo gestionar de forma conjunta los recursos sanitarios».

A partir del lunes queda suspendida la actividad quirúrgica programada en la modalidad de autoconcierto, es decir las operaciones que se realizaban de forma voluntaria por las tardes, para poder disponer de camas en los centros hospitalarios si fueran necesarias.

Además, ​en Atención Primaria, quedan suspendidas las consultas programadas, salvo las indispensables e indemorables para el seguimiento de los pacientes; así como las pruebas complementarias que no sean «absolutamente imprescindibles».