La polémica por el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) en Aragón tiene mucho de conflicto entre administraciones. Y en medio del tira y afloja entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza se encuentran los más de 20.000 zaragozanos que vierten sus aguas en depuradoras gestionadas por la DGA.

La instalación autonómica que más residuos recibe de residentes en el término municipal de Zaragoza es la de Utebo. En este centro vierten sus aguas los 7.500 habitantes de Casetas, los 5.400 de Garrapinillos y los 200 vecinos de Villarrapa. A esto se suman los aportes de núcleos urbanos como La Joyosa, Marlofa, Pinseque, Torres de Berrellén y Sobradiel.

Calculando el uso total de la depuradora correspondería a Zaragoza asumir el 26,2% de los costes totales de la instalación, algo que según fuentes técnicas podría suponer unos siete millones de euros ya que habría que sumar el uso de los colectores.

Por su parte, la estación de aguas residuales del río Huerva da servicio a urbanizaciones zaragozanas como Las Abdulas, El Realengo, el Pinar de Casablanca, La Fontana, Fuente de la Junquera y otros diseminados. También se suman el colegio Liceo de Europa, el asador Fuente de la Junquera y el Parque de Atracciones de la ciudad. En total suman más de un millar de vecinos.

El volumen de agua tratada por la instalación es el correspondiente al 8% del total tratado por la depuradora del Huerva. El caudal exclusivo de Zaragoza es de unos 490 metros cúbicos al día.

La depuración de las aguas residuales en la capital aragonesa se realiza en los centros de La Cartuja y La Almozara. Hasta el momento los vecinos han estado exentos en el pago del ICA por haber costeado los recintos con cargo a los presupuestos municipales.