El Gobierno de Aragón promulgará una Ley de Revitalización del Medio Rural, así como un plan de fiscalidad diferenciada para las zonas menos pobladas de la comunidad, según anunció ayer Javier Allué, comisionado para la Despoblación de la DGA, quien compareció ante la Comisión Institucional y de Desarrollo Estatutario de las Cortes, a petición del Partido Popular.

La diputada de la formación conservadora Mar Vaquero reprochó a Allué que «Aragón está más vacío» desde que gobierna el socialista Javier Lambán, algo que el comisionado para la Despoblación negó tajantemente.

De hecho, aseguró que, según el último censo, la comunidad había ganado 8.000 habitantes, lo que la sitúa a la cabeza en incremento población en el conjunto de regiones más afectadas por el problema. Con todo, reconoció que el crecimiento vegetativo de Aragón es negativo, «al igual que ocurre en todas partes de España».

Asimismo, Allué rebatió la opinión del PP de que la figura del comisionado había sido un fracaso, ya que, según dijo, la política institucional en este campo ha evitado que Aragón se convierta en un «desierto de arena».

Álvaro Sanz, de IU, manifestó que el proyecto del macromatadero de Bonárea en Épila viene a ahondar, por su ubicación geográfica «a 20 minutos de Zaragoza», el progresivo vaciamiento del resto del territorio. Ramiro Domínguez, de Cs, señaló que se trata de un problema que se remonta a principios del siglo XX y cuya solución depende de dos factores: «Querer quedarse y poder quedarse».

Itxaso Cabrera, de Podemos, subrayó que se trata de un reto arduo con soluciones a largo plazo, mientras que Darío Villagrasa, del PSOE, negó que la política demográfica fuera un fracaso y se refirió en términos elogiosos al proyecto del matadero de Bonárea. Tanto él como Allué apostaron por difundir una imagen positiva de la vida en el medio rural para contribuir a su recuperación.