El Gobierno de Aragón tratará de utilizar los purines derivados de la ganadería como fertilizantes en el territorio de la Comunidad. Con esta idea, el ejecutivo autonómico buscará cumplir dos objetivos al mismo tiempo: que los purines dejen de ser un residuo «que contamina» para convertirse, además, en un recurso que sustituya «en gran medida» a la fertilización mineral.

El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del gobierno aragonés, Joaquín Olona, planteó esta ambiciosa meta ayer en Zaragoza durante la jornada Gestión sostenible de Purines, organizada por la publicación Mundo Ganadero y en la que participaron 250 profesionales del sector.

El consejero no solo puso el acento en que la medida supondría una solución al problema de los purines, sino que la sustitución de los fertilizantes minerales por estos residuos, además de resultar «un ejemplo magnífico de economía circular», sería «una importante contribución a la reducción de gases de efecto invernadero a escala global». En ese sentido, recordó que la fertilización mineral, particularmente la vinculada al nitrógeno, «viene a suponer del orden del 40-50% del consumo de energía total directa e indirecta asociada a la agricultura y a la ganadería».

Un «objetivo ambicioso» para Olona quien, no obstante, se mostró «realista y prudente» a la hora de evaluar su ejecución, puesto que también es una meta compleja.

reto institucional / Precisó acerca de este aspecto que, además de «innovaciones y avances tecnológicos» necesarios para ello, estos no serían lo más complicado de solventar, sino que la «gran dificultad» se encontraría en los «retos, avances e innovaciones de carácter organizativo» e institucional. Para ello, señaló que se está elaborando un decreto «complejo pero ya muy avanzado», que se centra especialmente en ese desafío y del que espera que se publique «próximamente».