La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, incidió ayer en la necesidad de pactar el Plan Nacional por el Agua, pero desde el Gobierno aragonés se condicionó el apoyo al descarte de los trasvases y desde los regantes, a la ejecución de las obras de regulación pendientes. Así se puso de manifiesto en la 19 Jornada Informativa de Riegos del Altoaragón, que fue inaugurada por el consejero de Desarrollo Rural del Gobierno aragonés, Joaquín Olona, y clausurada por la ministra de Agricultura. En declaraciones a los medios, Tejerina explicó que su departamento «no va a parar de trabajar» en llevar a cabo la ejecución de dos de las obras más reclamadas por los regantes del Altoaragón, los embalses de Biscarrués y Almudévar, ambos denunciados en la Audiencia Nacional.

La ministra explicó en relación al embalse de Biscarrués que los técnicos trabajan en adecuar el nuevo proyecto a los condicionantes planteados tanto por la Comisión Europea como por la Audiencia Nacional, tribunal que descartó el anterior por afecciones medioambientales. En relación al embalse de Almudévar, aseguró que la mayor parte de las expropiaciones necesarias para llevar a cabo la obra ya se han llevado a cabo, por lo que se mostró confiada en que los trabajos comiencen «no en muchos meses»

Más infraestructuras

La titular del ministerio resaltó que la prolongada sequía que afecta al país y las inundaciones que se han producido este año hacen necesarias las infraestructuras hidráulicas, tanto para almacenar agua como por cuestiones medioambientales y seguridad. Además, mostró la voluntad de su departamento de dar la «mejor respuesta» a las demandas de regantes y de usuarios, pero también a la protección del medio ambiente y a la seguridad, y, subrayó, «eso pasa por incorporar las recomendación de la Comisión Europea y de la Audiencia Nacional a los proyectos». «Eso no significa pararse --añadió a renglón seguido--, sino dar soluciones con la mejor respuesta; en definitiva, perfeccionar el proyecto y no pararse».

Tras destacar que el Gobierno había impulsado desde el año 2000 más de 137.000 hectáreas de transformación en regadío, 50.000 de ellas en Aragón, la ministra incidió en la voluntad del Ejecutivo de impulsar un Pacto Nacional por el Agua, escuchando a todas las partes implicadas: comunidades, regantes y otros usuarios.

Tejerina no se posicionó frente a los trasvases, pero fuentes de su departamento señalaron que el debate sobre esta cuestión no está por el momento planificado en el marco de los contactos que se prevén llevar a cabo en busca de un acuerdo para confeccionar el Plan Nacional por el Agua.