Como principales novedades del plan, aparecen por primera vez hasta cinco plantas de tratamiento que transformarán el residuo orgánico en compostaje; la puesta en marcha de las primeras fábricas que clasificarán los envases ligeros de los contenedores amarillos para reutilizarlos o eliminarlos a través de gestores autorizados (en la actualidad, todos los envases se trasladas a la planta de Tudela), o la eliminación progresiva de un número importante de vertederos --que pasarán de los 22 actuales a sólo ocho--. Este cambio marcará un antes y un después medioambiental de la basura doméstica. En el nuevo plan se invertirán 17 millones de euros, seis de ellos este mismo año para la puesta en amrcha de varias plantas de tratamiento.