El trasvase lo hemos parado entre todos y el acuerdo del agua en Aragón lo haremos entre todos". Así explicó ayer el consejero de Medio Ambiente de la DGA, Alfredo Boné, la filosofía que regirá el nuevo sistema de mediación con la que el Ejecutivo Autonómico pretende solventar los conflictos que en materia hidráulica existen en la comunidad.

La puesta en marcha de esta iniciativa se rubricó ayer en Zaragoza con la firma de un convenio entre los consejeros de Educación, Eva Almunia, y Medio Ambiente, el director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, y el presidente de la Fundación Ecología y Desarrollo, Fernando López Ramón.

El objetivo del sistema de mediación social, que contará con 800.000 euros del citado instituto, es lograr el necesario consenso hidráulico en la comunidad, en la misma línea que la Fundación Ecología y Desarrollo ha llevado a cabo en los últimos tiempos, actuando "conflicto por conflicto".

Este convenio es para Alfredo Boné, "especialmente importante" ya que, según dijo, ayudará a solucionar los problemas "históricos y milenarios" del agua en Aragón con la participación de los distintos agentes sociales implicados.

Se refirió a Yesa como uno de las cuestiones prioritarias, un tema complejo y en el que "estamos más cerca que nunca de llegar a acuerdos". No obstante, aseguró que prefiere esperar a los nuevos responsables de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para solucionar un proceso de expropiaciones que se inició con "muy mala fortuna" por el anterior equipo.

El Ejecutivo ya intentó un consenso hidráulico en Aragón en el 2002 a través de la mediación social, que fracasó en su intento de lograr acuerdos globales. En esta segunda ocasión, la intención de la Administración es llegar a soluciones a la carta para cada conflicto.