El Gobierno de Aragón decidirá antes de fin de año si aprueba o no la recalificación del suelo de La Romareda para financiar con 42.000 metros comerciales y de oficinas el nuevo estadio, proyectado en el consistorio en la misma ubicación del actual. El expediente de modificación del Plan General de Zaragoza llegó la semana pasada a la DGA y los técnicos autonómicos han iniciado el análisis de los documentos remitidos por el ayuntamiento.

La Comisión de Ordenación del Territorio de Aragón (COTA) emitirá su dictamen en su reunión mensual de noviembre o, más probablemente, en la de diciembre.

Según apuntaron ayer fuentes de la DGA, el proceso "llevará su tiempo", porque el proyecto debe revisarse al menos en el departamento de Salud. Su titular, Luisa Noeno, ya advirtió que exigiría detalles para asegurarse de que la propuesta no perjudica el funcionamiento del hospital Miguel Servet. Además, indicaron, es posible que se soliciten informes a otros departamentos.

Por su parte, la Gerencia de Urbanismo del consistorio está revisando el informe realizado por Protección Civil, que alega problemas de seguridad por la cercanía del Servet y de Bomberos para rechazar el estadio. Este documento, preceptivo pero no vinculante, se remitirá también a la DGA; en relación con él, el vicepresidente autonómico, José Angel Biel, aseguró ayer que su contenido es "de sentido común" e insistió en la necesidad de construir un nuevo campo de fútbol fuera de La Romareda.