El Gobierno de Aragón, a través de la dirección general de Gestión Forestal, ha invertido 78.000 euros en la reparación y mantenimiento de las redes antialudes instaladas en 2009 en el barranco de Estiviellas, en el monte Los Arañones, una de las laderas que encajona la estación de Canfranc de cara a asegurar su operatividad y eficacia.

En este caso, los desperfectos se habían producido por la caída de rocas o piedras de considerable tamaño en algunos casos. !Estamos ante un barranco con problemas e incidentes y ante una cuestión de seguridad para Canfranc y para toda la zona", aseguró Roque Vicente, director general de Gestión Forestal, que insistió en la importancia de la reforestación para paliar estos riesgos junto a la construcción de las diversas infraestructuras que, con el paso de los años, los avances tecnológicos y un mejor conocimiento de los aludes han perfeccionado como alternativas.

El último antecedente importante en relación con los aludes en Canfranc tiene como referencia el 2 de febrero de 1986. Aquel día se produjo una gran alud de nieve en polvo que se originó en la cuenca de recepción del torrente de Estiviellas. El alud rompió el dique de 17 metros que cerraba la cuenca de recepción, saltó por encima de los demás diques, y llegó hasta el cono de deyección, donde arrasó el bosque existente y causó numerosos desperfectos en la iglesia. El efecto de la onda de choque se dejo notar hasta en el edificio de la estación ferroviaria.

La inclinación de estas laderas obliga a que el transporte de los materiales haya de hacerse en helicóptero. Una inspección de estas instalaciones es la que ha obligado a invertir en los últimos meses 78.000 euros para su mantenimiento.