El Gobierno de Aragón pedirá autorización judicial para entrar en las instalaciones de Inquinosa para revisar el estado actual en que se encuentran y cerciorarse del riesgo que existe, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, de la presencia en su interior de sustancias contaminantes como el lindano, benceno o metanol, entre otras, que puedan suponer un peligro de contaminación en el futuro.

Un control que, según destacó ayer el consejero de Medio Ambiente de la DGA, Modesto Lobón, y la directora general de Calidad Ambiental, Pilar Molinero, se viene haciendo periódicamente desde el 2012, cuando los tribunales dieron el permiso necesario para entrar en esta propiedad privada clausurada desde 1992. Aunque lleva más de un año sin hacerlo.

Hace dos años, el departamento de la DGA se dirigió al juzgado para solicitar autorización para realizar una limpieza exhaustiva para la que se destinaron "más de 300.000 euros". "Se retiraron de allí los residuos más peligrosos y se reenvasaron otros que no estaban en las condiciones óptimas.

Desde entonces cada año se pide al juez permiso y, aunque este año no se ha hecho todavía, se hará para acceder al interior a la mayor brevedad posible", explicó Molinero, quien apostilló que el estado actual en el que se encuentre la planta abandonada de Inquinosa, y que denunció Ecologistas en Acción, "puede deberse a actuaciones no controladas".

Lobón, mientras, se comprometió a llegar hasta el final con la "persecución jurídica" que el Gobierno de Aragón ha iniciado contra los responsables de Inquinosa, para que asuma de una vez los más de 20 millones en los que se cifra el daño ambiental que ha producido en el Gállego.

El consejero, además, aseguró que la descontaminación de esta planta de Sabiñánigo estará incluida en el convenio que se está redactando con el Gobierno central que permita la limpieza del Gállego, que es el objetivo final.

Además, también estará incluida la descontaminación de la planta de Sabiñánigo, junto a los vertederos y la alternativa de abastecimiento a varios municipios para evitar que vuelvan a quedarse sin suministro.