Desde la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Aragón se aseguró ayer que es la empresa Aramón la responsable de corregir los problemas que han aparecido en Formigal, al tratarse de una obra privada. No obstante, y una vez se adopte la solución pertinente, son los inspectores de este departamento los que se encargarán de comprobar el estado de los servicios de esta estación y aprobar o no la puesta en marcha de los mismos. En concreto, los técnicos estudiarán todo el desarrollo del proyecto, incluidas las zonas problemáticas. Además, esta consejería es la responsable de dar el visto bueno a los telesillas, al tratarse de un sistema de transporte por cable. Los inspectores del departamento son los encargados de investigar cada año todos los remontes de cada una de las estaciones de esquí aragonesas. En cuanto al informe dictaminado por los geólogos, el Ejecutivo aragonés esperará a que Aramón tome una decisión.