La empresa de rafting a la que estaba vinculado el menor denunciado por ejercer como guía sin tener la titulación adecuada para hacerlo ha sido expedientada por el Gobierno de Aragón. Sus responsables se enfrentan a una sanción administrativa por no cumplir la normativa en materia de turismo activo, ya que ese tipo de prácticas están prohibidas de modo «tajante». Ahora se abre un periodo de alegaciones hasta que se pueda determinar el tipo de vinculación entre el joven sancionado y sus empleadores, ya que en el momento en el que fue sorprendido por la unidad adscrita de la Policía Nacional en el río Ésera no existía ningún contrato de trabajo legal.

Fuentes del Gobierno de Aragón indicaron que este tipo de prácticas no son habituales en el sector del turismo de aventura y precisaron que la sanción a la que se enfrentan los empresarios puede variar en función del grado de negligencia que se haya producido, ya que se desconoce incluso si el menor estaba haciendo uso del material para el descenso de barrancos sin conocimiento de sus propietarios.

En lo que va de verano al menos 60 empresas de este tipo han sido inspeccionadas para comprobar que se cumplen las diferentes normativas en la materia «dada la gran importancia del sector en Huesca».