Los cuatro vertederos irregulares de la comunidad podrían estar completamente sellados en septiembre si se cumplen los planes del Gobierno de Aragón. El más retrasado de ellos es el de Alcolea de Cinca y hace una semana se firmó el convenio de colaboración entre el consistorio, la comarca y el propio Ejecutivo para acometer las tareas. Los restantes están en Barbastro, Tamarite y Sariñena.

Estos cuatro vertederos, todos ellos sin uso desde hace varios años, forman parte de las instalaciones de acumulación de residuos por las que la Unión Europea amenazó con acudir a los tribunales si no se procedía a su control. Del total de 31 espacios españoles, cinco de ellos se encontraban en Aragón. Únicamente el de Fraga cumple en estos momentos con los requisitos marcados por Bruselas para evitar «sus efectos negativos para la salud humana, el agua, el suelo y el aire».

La directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Pilar Gómez, reconoció esta semana la tardanza en actuar y justificó el retraso en esfuerzo económico que supone el sellado de los espacios, algo especialmente complicado para los municipios pequeños con pocos recursos. «A pesar del desembolso que supone este proceso es necesario para garantizar la seguridad del municipio y el entorno», destacó.

El depósito de basuras en el que los trabajos están más avanzados es el de Tamarite de Litera. Está únicamente pendiente de la visita de comprobación para garantizar que los trabajos se han realizado como marcan las normas.

AYUDA ESTATAL

Este proceso ha sido consensuado en el Ministerio de Medio Ambiente para avanzar de forma conjunta en todas las comunidades. «El aviso de Bruselas fue bastante extraño porque mezclaba muchas tipologías», reconoció Gómez. Además han aportado algunas ayudas que se han ido prorrogando en las etapas de negociación.

Los otros tres -Alcolea, Barbastro y Sariñena- ya han comenzado el proceso de licitación, una condición indispensable para recibir el porcentaje de financiación de la DGA. «Hasta el 30 de septiembre tienen tiempo suficiente para ejecutar el proceso de sellado», destacó.

La inversión en Alcolea de Cinca rondará los 610.000 euros, el ayuntamiento aportará 110.000 y el Gobierno de Aragón la suma restante. El vertedero se encuentra en el paraje Valle Mosén Pedro y no se utiliza desde la entrada en servicio del macrovertedero de Barbastro en el 2007, que presta servicio, entre otras comarcas al Cinca Medio y La Litera.

Los porcentajes para el proyecto de Alcolea, redactado por la empresa pública Sarga, son similares para Sariñena (398.460 euros, de los que 293.466 son aportados por el Gobierno de Aragón y el resto, 104.994, por la comarca) o Barbastro, con una inversión de 700.000 euros del Gobierno de Aragón y de un total de 300.000 euros por parte de la comarca.

Así, a partir del mes de septiembre el Gobierno de Aragón espera cumplir todas las exigencias europeas en materia de vertidos urbanos, una sentencia que versaba sobre el incumplimiento de España en 30 vertederos de residuos no peligrosos, entre ellos el de Alcolea.

Sin embargo, pese a este paso en Aragón quedará pendiente de solucionar el problema de los vertidos ilegales o las pequeñas acumulaciones de residuos, mucho más difíciles de detectar y de controlar.

Los ayuntamientos tienen la obligación de orquestar el sellado de estos vertederos que se pusieron en marcha sin atender a ningún tipo de directiva. En algunos de ellos existen filtraciones y durante años recibieron todo tipo de basuras, incluso de tipo industrial, como es el caso de Alcolea.