El Gobierno aragonés comunicó ayer a los sindicatos CCOO, UGT, CSI-CSIF, y CEMSATSE su disposición a abrir una negociación global en la que se aborde todos los asuntos relacionados con la situación laboral de los empleados públicos, incluida la implantación de las 35 horas semanales, la modernización de la Administración y la implantación de una cláusula de revisión salarial. No obstante, reiteró que no accederá a la pretensión sindical de aumentar para el 2004 los salarios de los empleados públicos más allá del 3,3% pactado a nivel del Estado.

El planteamiento de los responsables de la Administración autonómica rompió la unidad sindical. Sólo UGT expresó su rechazo rotundo a la propuesta, ya que este sindicato apuesta por cerrar en una primera fase el aumento salarial y negociar con posterioridad los temas pendientes. También CEMSATSE mostró su insatisfacción por el balance de la primera cumbre tras el paréntesis navideño.

Tanto CSIF como CCOO acogieron con "moderada satisfacción" el planteamiento del director general de la Función Pública, Luis Roldán. "La Administración quiere negociar todo", recalcó Roldán. No obstante, matizó que no será objeto de negociación el aumento salarial de los funcionarios, fijado en un 3,3% en los Presupuestos del Estado.

La Mesa de la Función Pública volverá a reunirse el próximo jueves, aunque Roldán insistió en que se trata de una negociación "muy larga" debido a la complejidad de algunos temas a tratar. "En un proceso de cuatro o cinco meses, habrá que ver si la Administración autonómica tiene capacidad para asumir los retos que supone esta negociación", subrayó Roldán, quien pronosticó que algunos sindicatos tendrán que ceder "por el alto coste económico que tienen algunas de sus propuestas".

Reconoció que hay algunas demandas de los sindicatos que se pueden negociar ya porque no tienen ningún coste económico como la rebaja de la tasa de temporalidad de los empleados públicos por debajo del 7 o incluso del 5%, la promoción interna y algunos aspectos del convenio colectivo, caducado hace seis años.

REACCIONES El secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Daniel Alastuey, que presentó una propuesta sobre el acuerdo global de reestructuración de la Administración, denunció la pretensión de la DGA de hablar sólamente de una parte de las retribuciones, el 0,5% relativo a los planes de pensiones. Apostó por negociar el conjunto de la subida salarial y se mostró partidario de introducir una cláusula de revisión salarial para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos.

El portavoz de CEMSATSE, Leandro Catalán, calificó de "bastante negativa" la reunión, al considerar que "no se ha avanzado en absoluto y parece que se trata de diferir al máximo posible la negociación".

Por su parte, el coordinador del Sector Autonómico de FSAP-CCOO, Julio Moreno, salió "medianamente satisfecho" de la reunión en la DGA, tras el "compromiso" del director general a negociar al final del proceso la introducción de la cláusula de revisión salarial, una cuestión "irrenunciable" para esta central. Como también lo es para CSI-CSIF, la implantación de las 35 horas semanales. Roldán también se mostró receptivo en este asunto, lo que fue valorado positivamente por la responsable de este sindicato en la DGA, Montserrat Grau.