Los 92.700 visones de la explotación de La Puebla de Valverde, entre los que algunos ejemplares dieron positivo en covid-19, comenzaron a ser sacrificados el viernes utilizando CO. Según fuentes del Gobierno de Aragón, se utiliza este gas porque «se considera una muerte incruenta».

La alcaldesa de la Puebla de Valverde, María Ángeles Izquierdo, explicó que las actuaciones en la explotación ya habían comenzado la mañana del viernes y una patrulla de la Guardia Civil estaba en el lugar. Indicó que el proceso se alargaría «cuatro o cinco días seguro». Trabajadores de la empresa pública Sarga, del Ejecutivo autonómico, se hará cargo de la actuación junto a un veterinario de la dirección general de Calidad y Seguridad Alimentaria.

Los cadáveres de estos animales se llevarán a una planta de tratamiento de animales categoría 1 (de máxima seguridad), donde se incinerarán. «La actuación se realizará adoptando todas las medidas de bioseguridad necesarias y la empresa propietaria de la explotación, Secapiel S.L. será indemnizada según lo establecido por la Ley de Sanidad Animal», aseguraron.

Se desconoce cuántos días exactos durará el operativo y desde la DGA indicaron que se ocuparían dos empresas privadas, pero no facilitaron más información sobre el proceso a este diario.

Izquierdo manifestó que el brote de la explotación de visiones está «muy controlado» y ha tenido un seguimiento exhaustivo. También expresó su preocupación por la viabilidad de la granja, ubicada desde hace 20 años en el municipio y cuyos propietarios son de la provincia de Teruel. A pesar de la indemnización, «es una pérdida económica» y hay unas inversiones realizadas en la explotación, de la que dependen 14 familias, tres residentes en el municipio, que han contribuido a mantener una cifra «decente» de alumnos en el colegio. «Es difícil que vengan familias a la zona rural» y esta empresa ha creado puestos de trabajo todos estos años, apuntó.

Protocolos

La Asociación Española de Criadores de Visón (Agavi) asegura que desde el principio de la pandemia todas las granjas españolas han adoptado protocolos para evitar la entrada de coronavirus en las explotaciones. Recuerda que el virus no solamente está dañando a la población humana, sino que también afecta a otras especies animales, como el visón, los mustélidos o los gatos. Subraya que es «un hecho aceptado científicamente» que los animales se infectan a través de las personas y que un contagio a la inversa, algo todavía no demostrado a día de hoy, sería la consecuencia de una infección previa a partir de seres humanos.

Por otro lado, Amnistía Animal, reclama al Gobierno central el cierre de este tipo de instalaciones y «que siga el camino iniciado por Holanda en el fin de este innecesario negocio».