La alarma generada en la ribera del Gállego al detectarse niveles de contaminación de agua por lindano incompatibles con el consumo humano en tres localidades ha llevado al Gobierno de Aragón a ordenar la limpieza de los depósitos de los pueblos afectados y de los que puedan estarlo en el futuro. Esta medida se toma mientras se está a la espera de saber hoy el resultado de los análisis llevados a cabo en las captaciones de agua y en los grifos desde el núcleo de Latas, al sur de Sabiñánigo, y la urbanización El Zorongo, hasta un total de 17 puntos.

Todo apunta en principio, a que el problema ha podido deberse a la filtración de residuos de lindano durante el proceso de traslado de su antigua a su nueva zona de almacenamiento, en el barranco de Bailín, a las afueras de Sabiñánigo.

El lindano, utilizado como pesticida, se fabricó en la capital serrablesa desde 1975 hasta 1990, cuando la producción se trasladó a África. Sin embargo, los residuos, concentrados en varios puntos, nunca recibieron un tratamiento definitivo.

En opinión del consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, el vertedero de Bailín constituye "uno de los problemas medioambientales más importantes del sur de Europa", según manifestó ayer a Efe.

Con todo, Lobón señaló ayer que la limpieza de los depósitos de agua es una tarea "fácil" que compete a los ayuntamientos, si bien la Administración autonómica les ofrecerá su ayuda si la solicitaran. Para ello habrá que vaciarlos y limpiarlos a fondo con cloro.

La prohibición de beber agua del grifo se emitió el pasado viernes y afectó a tres pueblos, Piedratajada, Ardisa y Santa Eulalia de Gállego. En el segundo de ellos, los últimos análisis han revelado que ya no existe peligro para la salud humana, pero aun así se mantiene la restricción.

"La prohibición de beber es una medida de precaución que los vecinos aplicamos por nuestra cuenta desde hace más de un cuarto de siglo, pues la gente no se fía de la calidad del agua", señaló ayer José Antonio Mallada, alcalde de Piedratajada.

Este municipio ha recibido de la Diputación Provincial de Zaragoza un depósito provisional de agua, de 1.500 litros de capacidad, al igual que ha sucedido en los pueblos de Santa Eulalia y de Ardisa.